¿El vino tinto puede protegernos contra el cáncer?

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Volvemos a hablar en Medciencia del vino tinto. Ya lo hicimos en una ocasión anterior donde nos preguntábamos si el vino tinto puede mejorar la memoria. Además, en otro artículo explicábamos la posible capacidad del vino tinto para prevenir la aparición del cáncer. La sustancia que se encuentra detrás de todas estas propiedades beneficiosas del vino tinto es el resveratrol, que además se encuentra en la piel de las uvas, así como en el chocolate (quizás te interesa saber que el chocolate no es mejor que el ejercicio para nuestro cerebro).

El alcohol y su efecto cancerígeno

Por un lado, cabe destacar que el alcohol es capaz de dañar el ADN y, por tanto, de producir cáncer. ¿A qué se debe el potencial carcinogénico (con posibilidad de producir cáncer) del alcohol? Para entenderlo, hay que conocer someramente la ruta metabólica que sigue el alcohol en el interior de nuestro cuerpo.

En las fases iniciales del metabolismo del alcohol, nuestro cuerpo convierte esta sustancia en una molécula denominada acetaldehído. Esta molécula es la responsable de dañar el ADN, de producir una serie de cambios en nuestro material genético que en último término podría conllevar a la aparición de un cáncer, sobre todo en la región de la cabeza y el cuello.

Pero como nuestro cuerpo es sabio, el acetaldehído solo se trata de un paso intermedio, pues nuestro organismo va a convertir esa molécula en ácido acético. Este último proceso se lleva a cabo gracias a una molécula llamada aldehído deshidrogenasa, por lo que la carencia de esta última explica por qué hay un aumento en la probabilidad de padecer cáncer en las personas con un déficit de aldehído deshidrogenasa.

El resveratrol repara nuestro ADN

Si en los párrafos anteriores hemos dicho que alcohol puede alterar nuestro preciado ADN, el resveratrol, que es una sustancia presente en el vino tinto, tiene la propiedad de reparar el ADN dañado.

Esto es lo que han hallado un equipo de investigadores de la Universidad de Colorado al revisar diversos estudios epidemiológicos que han puesto de manifiesto que aunque el consumo de alcohol aumentaba el riesgo de padecer cáncer de cabeza y cuello, aquellas personas con menos probabilidades de padecer este tipo de cáncer fueron las que bebieron vino tinto.

“El alcohol bombardea tus genes. Tu cuerpo tiene formas de reparar este daño, pero con el suficiente alcohol finalmente se produce algún daño. Eso explica por qué un consumo excesivo de alcohol es un factor en la aparición de cáncer de cabeza y cuello. Ahora, el resveratrol destruye estas células que presentan un daño en el ADN, por lo que no pueden causar cáncer. El alcohol daña las células y el resveratrol destruye las células dañadas”, explica el principal autor del estudio Robert Sclafani.

En definitiva, el vino tinto posee tanto propiedades cancerígenas como anticancerígenas; la primera de ellas debido al alcohol y la segunda por la presencia de resveratrol en el vino tinto.

Fuente: University of Colorado Cancer Center

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