Investigadores de Dana-Farber/Brigham y el Woman’s Cancer Center de Boston han conseguido eliminar todo rastro de HIV de dos pacientes tras un transplante de médula ósea. El verano pasado, hace prácticamente un año, os hablamos de que este tratamiento podía ser efectivo. Pues bien, tras las pruebas pertinentes realizadas, se ha comprobado que es efectivo y que el virus desaparece por completo del organismo. No obstante, y aunque de momento todo marcha bien, se seguirá monitorizando a estos individuos al menos durante un año ya que el virus puede permanecer oculto, de forma latente en los pacientes.
Hace muy poco tiempo, se consiguió curar a un bebé que estaba infectado con el VIH desde su nacimiento tratándolo con antirretrovirales a las 30 horas de nacer. No obstante, estos individuos a los cuales se les ha conseguido reducir a cero la presencia de VIH en el organismo, estaban infectados desde hacía varios años.
El primer individuo, un varón se infectó en los primeros años tras la aparición del virus, y no ha sido tratado con antirretrovirales durante 7 semanas tras el transplante de médula. El segundo individuo es una mujer que contrajo la enfermedad siendo un bebé y, por su parte, no ha sido tratada durante dos meses enteros con antirretrovirales. En ninguno de los dos casos se ha observado la reaparición del virus.
En 2010, se consiguió curar en Berlín a otro paciente por el mismo procedimiento, sin embargo, el donante de médula ósea era resistente de forma natural al virus del SIDA. Un caso extremadamente raro. Por el contrario, en este caso, los donantes de médula ósea son personas normales, sin resistencia al VIH.
Este tratamiento sólo es eficaz en unos casos muy específicos de la enfermedad, pero, sin lugar ha dudas, se abre una puerta a la esperanza para todos aquellos enfermos de SIDA o portadores del VIH. Un gran avance.
¿A vosotros, qué os parece?
Fuente: Gizmodo