El tema de la emigración siempre ha estado en el punto de mira como método para encontrar un nuevo trabajo (o tan solo encontrarlo, directamente). En Europa parecía que hace años eso solo era cosa de los países del este, que buscaban sus nuevas oportunidades en el oeste (Francia, Italia, España, Reino Unido…). Ahora parece que las tornas han cambiado e incluso estos supuestos “países ricos” han visto como su población ha empezado a disminuir muy progresivamente para buscar oportunidades fuera del abismo de la crisis, como claro ejemplo esta siendo España, ya que su tasa de paro disminuye porque la población activa literalmente huye, y no porque haya nuevos o mejores trabajos… Pero si salimos fuera a buscar nuevas y mejores oportunidades, o mejor pagadas, ¿seremos más felices? Según un reciente estudio, la respuesta es NO.
La cuestión se la planteó el Dr. David Bartram, sociólogo de la Universidad de Leicester y sus conclusiones han sido publicadas en Migration Studies (“Estudios sobre Migraciones”), donde Bartram analiza los datos de la Encuesta Social Europea en la cual participaron más de 42.000 personas y donde se trató de determinar si es posible ser más feliz una vez nos hemos trasladado de país en busca de un futuro mejor.
En la investigación el Dr. Bartram compara la felicidad de los nuevos emigrantes con la felicidad de las personas que siguen residiendo en el país y no han decidido emigrar (es decir, sus compatriotas de su país de origen que no se han aventurado a trasladarse).
“Los inmigrantes procedentes de Europa del Este no parecen haber ganado felicidad mediante la migración hacia los países del oeste de Europa. Estos inmigrantes si que son más felices que sus compatriotas que nunca han emigrado, pero ya eran más felices incluso antes de emigrar, por tanto la ventaja de la felicidad respecto a las personas que no han emigrado no tiene nada que ver con su traslado de un país a otro, pues estos beneficios en la felicidad ya existían antes”
“En general, esta investigación sobre la felicidad indica que la gente no tiene unas ganancias de felicidad duradera cuanto aumenta sus ingresos”
“Los inmigrantes, sin embargo, podrían ser capaces de aumentar mucho sus ingresos al trasladarse a un país más rico (en comparación a su país de origen). Pero, una vez allí, su posición social generalmente acabaría siendo inferior en el país de destino, por el mero hecho de que este país es más rico que su país de origen. Además suele importar más la felicidad que el poder adquisitivo o la renta absoluta”
Según Bartram en general los inmigrantes procedentes de Europa del Este, en conjunto, no parecen haber ganado felicidad mediante su migración. Pero también depende de su procedencia. Es decir, si proceden de países donde la felicidad media normalmente es baja de por si (como Rusia o Turquía), probablemente su felicidad si aumentará solo con la migración. Pero si proceden de otros países donde la felicidad suele ser elevada, como Polonia, su nivel de felicidad en el país de destino podría incluso disminuir.
Finalmente, Bartram comenta que estos resultados podrían ser importantes para aquellas personas que hoy en día tienen pensado cambiar su residencia a otro país buscando una mayor felicidad, pues puede que lo que se encuentren sea muy diferente a lo que esperan y acaben decepcionados.
Vía | PsyPost.