En una charla reciente con un buen amigo en la que hablábamos de la pasión actual de las empresas por los eventos que fomentan el trabajo en equipo, la cohesión y la cooperación, mi nombrado camarada paró en seco mi sabido discurso y me dijo: “Déjate de tonterías, porque lo único que necesita un trabajador para estar contento es estar bien pagado y valorado”. No sé si comparto al 100% esta afirmación, porque creo que también entran en juego muchos otros factores (como el buen ambiente laboral entre compañeros, y más cuando la empresa es pequeña), pero hoy tengo que reconocer que no iba del todo desencaminado.
Las pequeñas señales de aprecio tienen una influencia decisiva en la producción y la calidad del trabajo de los empleados, según un experimento llevado a cabo por investigadores alemanes y noruegos y acabado de publicar en la revista European Economic Review. Con cifras más concretas en mano, los resultados arrojan que la combinación de salario orientado al rendimiento (a los objetivos) y palabras de reconocimiento y motivación aumentan el rendimiento laboral en un 20% y reduce la tasa de errores en un 40% .
Reconocimiento y dinero
En base a estos resultados, los investigadores enumeran dos instrumentos que podrían ayudar a los directivos y departamentos de recursos humanos a mantener un ambiente laboral saludable, feliz y motivador, y que concierne tanto al dinero como al reconotimiento. Por un lado, hacen referencia a incentivos financieros, como bonos o sueldos a destajo, es decir, remuneraciones pactadas con base a la cantidad de unidades, obras o labores que el trabajador realice en una jornada determinada. El segundo instrumento hace referencia a la capacidad de los directivos para motivar a sus empleados.
La clave está en cómo se combinan y complementan estos dos elementos, porque una mala mezcla podría llevar a debilitar uno de los dos. Y antes de este estudio, los investigadores no habían logrado dilucidar cómo se genera la combinación ideal.
En un experimento de campo, se dio a 139 estudiantes (divididos en dos grupos) la orden de adquirir electrónicamente los datos de un proyecto de investigación. Dicha obtención de datos era simple, pero requería un cierto grado de atención y cuidado. Todas las personas de la prueba fueron pagadas con el mismo salario, pero uno de los grupos recibió un pequeño pago a parte en base a la posibilidad de un rendimiento adicional. A su vez, cada grupo salarial se dividió en dos grupos parciales. A dos de estos grupos parciales (uno con sueldo base y el otro con pago adicional) se les informó, antes de ponerse a trabajar, sobre el propósito de su tarea. También se les dijo que era un trabajo importante y que sería muy apreciado, así como que los resultados de la tarea tendrían impactos positivos.
Este experimento permitió observar los dos efectos individuales (dinero y valoración del trabajador) y la interacción de ambas herramientas de motivación. Se encontró que las palabras motivadoras sólo provocaban una mejora del rendimiento si se acompañaba de un pago basado en objetivos. Por otro lado, el pago extra sin palabras de motivación resultó en una reducción del rendimiento y en más errores.
La combinación del dinero con el reconocimiento es, por lo tanto, decisiva para que se elimine este efecto negativo.
Fuente | Karlsruhe Institute of Technology