experiencias_extracorporeas

Cuantas veces hemos visto películas en las que el protagonista fallecía o sufría un accidente y veía como le atendían desde fuera de su cuerpo, como si su espíritu se separara de su cuerpo y se elevará para observarlo todo desde fuera, o cuantas veces hemos oído expresiones del tipo “es como si aquello no me estuviera pasando a mí, como si fuera todo una película en la que yo tan solo fuera el expectador”, pues bien, esto ocurre de verdad y tiene nombre, se conocen como los fenómenos de despersonalización y desrealización. Son poco frecuentes, sí, pero reales. Pertenecen al grupo de los episodios disociativos.

¿Qué son estos fenómenos?

Entremos más en detalle, concretamente hablamos de dos fenómenos disociativos: La despersonalización y la desrealización. Un fenómeno disociativo es aquel en el que la mente de la persona pierde la capacidad de integración normal de los penamientos. És decir se produce un fallo en la conexión o asociación de la información mental, en la manera en que ésta es normalmente unida. La clasificación de los trastornos mentales de la American Psychiatric Association, DSM-IV, puntualiza que “los trastornos disociativos consisten en una alteración de las funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria y la percepción del entorno. Esta alteración puede ser repentina o gradual, transitoria o crónica”. Así pues aparte de los dos trastornos citados y motivo de éste artículo los trastornos disociativos abarcarían también la amnesia disociativa, el trastorno de personalidad múltiple y otros muchos que comentaremos en artículos posteriores. Pero hoy nos centraremos en los dos que hemos comentado:

La despersonalización se define según el DSM-IV como:

A. Experiencias persistentes o recurrentes de distanciamiento o de ser un observador externo de los propios procesos mentales o del cuerpo (por ejemplo, sentirse como si se estuviera en un sueño).

B. Durante el episodio de despersonalización, el sentido de la realidad permanece intacto.

C. La despersonalización provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

D. El episodio de despersonalización aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental como la esquizofrenia, los trastornos de ansiedad, el trastorno por estrés agudo u otro trastorno disociativo, y no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejemplo drogas o fármacos) o a una enfermedad médica (por ejemplo epilepsia del lóbulo temporal).

Suele presentarse ya sea durante o después de una situación traumática, como efecto de la meditación, como resultado de la ingestión de drogas psicodélicas, de la sugestión hipnótica, etc. Es decir puede ser trastorno o síntoma.

Suele apreciarse mayormente en personas jóvenes, menores de 40 años y más en mujeres que en hombres.

El DSM y la CIE (Clasificación internacional de las enfermedades) incluyen la derealización dentro de la despersonalización, como fenómenos asociados que suelen darse juntos.

La desrealización se define como la alteración de la percepción o de la experiencia del mundo exterior del individuo de forma que aquel se presenta como extraño o irreal. Entre otros síntomas se incluyen las sensaciones de que el entorno del sujeto carece de espontaneidad, de profundidad o de matices emocionales. No constituye un trastorno por sí mismo (se engloba dentro del trastorno por despersonalización, sí clasificado como trastorno). Es además un efecto secundario transitorio de las intoxicaciones psicotrópicas agudas, la privación de sueño y el estrés.

Ambos fenómenos son comunes en la población, con una prevalencia de hasta un 74% y entre 31 y 66% del tiempo en un evento traumático.

Bases biológicas:

Aún no estan muy claros los mecanismos cerebrales que desencadenan este fenómeno, diferentes estudios apuntan hacia la influencia de diferentes áreas. Pero por lo general se acepta la idea de una desconexión funcional entre los conceptos o percepciones y su carga emocional.

Las áreas más comentadas por su posible influencia son:

  • Anormalidades en la corteza visual, auditiva y sensoriomotriz, al igual que en áreas responsables de un esquema corpora integrado. Simeon D, Guralnik O, Hazlett EA, Spiegel-Cohen J, Hollander E, Buchsbaum MS. (2000) Feeling unreal: a PET study of depersonalization disorder. American Journal of Psychiatry 157(11).
  • Algunos pacientes con trastorno por despersonalización muestran una respuesta neural reducida en regiones sensibles a la emoción, al igual que en regiones asociadas con la regulación emocional. Phillips ML, Medford N, Senior C, Bullmore ET, Suckling J, Brammer MJ, Andrew C, Sierra M, Williams SC, David AS. (2001) Depersonalization disorder: thinking without feeling. Psychiatry Research: Neuroimaging, 108, 145-160.
  • Alteraciónes en el procesamiento emocional de la información. Medford N, Brierley B, Brammer M, Bullmore ET, David AS, Phillips ML. (2006) Emotional memory in depersonalization disorder: a functional MRI study.Psychiatry Research, 148(2-3):93-102.
  • Puede estar asociado a una desregulación del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, el área del cerebro involucrado en la respuesta de “lucha o huida”. Muestran niveles anormales de cortisol y de actividad basal. Simeon D, Guralnik O, Knutelska M, Hollander E, Schmeidler J (2001). «Hypothalamic-pituitary-adrenal axis dysregulation in depersonalization disorder».Neuropsychopharmacology 25 (5): pp. 793-5.

Una desrealización crónica puede ser causada por una disfunción temporo-occipital.

Además hay otros trastornos que pueden inducir estos dos fenómenos. Por ejemplo el cannabis, los alucinógenos y la nicotina pueden llegar a producir sensaciones similares a la desrealización, particularmente cuando se consumen en exceso. Pueden también aparecer en el síndrome de abstinencia alcohólica.

Suelen aparecer frecuentemente asociados a trastornos como la esquizofrénia, el trastorno límite de la personalidad y en los trastornos de ansiedad. Aquí aparecería cómo síntoma o episodio, no como trastorno (el DSM descarta estas condiciones para un trastorno).

Así mismo puede acompañar a condiciones neurológicas como la epilepsia, las migrañas y el trauma craneal leve. También se da en desordenes vestibulares.

Tratamiento:

Debido a que la despersonalización suele asociarse a cuadros ansiosos, es frecuente el tratamiento con ansiolíticos. En ocasiones se puede recetar Naloxona o Lamotrigina que parece ser efectivo, en algunos casos se utilizan antidepresivos (ISRS, Fluoxetina). Además, caracterizando bien el cuadro, viendo si es una despersonalización asociada o no a otra patología, también pueden realizarse otras aproximaciones.

Así, si se presenta sola, la inducción hipnótica es una buena opción para la reducción de los síntomas transitorios y manejo de la sensación de extracorporeidad desde algo desagradable a algo placentero. En todas las terapias psicológicas se tratará que la persona afronte la carga emocional de la situación y se potenciará una integración “normal” de la situación con las emociones que ésta ha producido.

También se ha utilizado el biofeedback (terapia de retroalimentación) y la terapia cognitivo-conductual (está recomendada).

Por lo general ningún tratamiento ha alcanzado el estatus de bien establecido y es difícil saber como tratar con estos fenómenos, la mayoría de sujetos suelen desembocar en una evolución del trastorno crónica con recaídas.

 

Fuente: PDF Trastornos disociativos: una pérdida de integración, Franco mascayano, Franco maray y Andrea Roa.

Imagen: Flickr

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