Encontrada la estrella más próxima al agujero negro del centro de nuestra galaxia

Sé que se supone que este artículo tendría que hablar sobre la vida y las aportaciones al mundo de la ciencia de un famoso científico, pero últimamente estoy excesivamente falto de tiempo y me ha resultado imposible preparar una entrega como dios manda. No obstante, ¡no os quedáis sin artículo!

No abandono el tema del que os hablé el viernes y seguimos con los agujeros negros, aunque esta vez no son ellos los protagonistas, sino un “vecino” muy cercano. Concretamente el más cercano a Sagitario A*, el agujero negro que se encuentra en el centro de la Vía Láctea y cuya masa es de unos cuatro millones de veces la del Sol.

La estrella descubierta, bautizada como S0-102, tarda tan sólo 11,05 años en completar su órbita y su cercanía a Sagitario A* nos permitirá comprobar los efectos de la gravedad en entornos extremos. Su detección ha sido posible gracias a un archivo de imágenes de alta resolución obtenidas por el observatorio W. M. Keck en el volcán Mauna Kea (Hawai) a lo largo de los últimos 17 años, así como a un nuevo método de análisis de imagen desarrollado por uno de los autores de la investigación que permite detectar estrellas que antes resultaban demasiado débiles y pasaban inadvertidas.

Nos lo explica Rainer Schödel, coautor de la investigación, que trabaja en el Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC:

“Hasta ahora solo se conocía una estrella que orbita alrededor de Sagitario A*: S0-2, que tarda en completar una órbita 16,2 años y cuyo estudio nos ha permitido establecer la masa del agujero negro en cuatro millones de masas solares. Ahora, gracias a este nuevo hallazgo, no solo conocemos dos estrellas con órbitas muy próximas a Sagitario A*, sino que además podremos comprobar la teoría de la Relatividad General bajo condiciones de gravedad extremas”

“Medir los efectos de la gravedad sobre las órbitas estelares es muy interesante porque la gravedad es la menos conocida de las cuatro fuerzas fundamentales. Para poder desenredar los distintos efectos, el de la Relatividad General y el de la masa alrededor de Sagitario A*, se necesitaban al menos dos estrellas con las que poder medir con una alta precisión”

Y con el descubrimiento de S0-102, hemos podido encontrar la pieza que necesitábamos para completar ese puzzle. Ahora es tan sólo cuestión de tiempo que las nuevas investigaciones que vayan surgiendo puedan arrojar luz y proporcionarnos una mejor visión de la realidad que oculta el inmenso universo en que nos encontramos.

Fuente: Muy Interesante

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