Enfermedades emergentes, reemergentes y otras curiosidades (III): La Tuberculosis.

La enfermedad de la tuberculosis, lejos de haberse erradicado como muchos creíamos, está repuntando bastante en los últimos años. Su agente causante es el famoso Mycobacterium tuberculosis, de la familia Mycobacteriaceae, a la cual también pertenece el microorganismo causante de la lepra (Mycobacterium leprae).

Son un grupo de bacterias extrañas, pues su pared es diferente de las bacterias normales. De ahí el prefijo myco-, que en griego significa “hongo”, pues su pared bacteriana es similar a la pared de los hongos y por tanto el tratamiento cuesta más tiempo y mayor uso de diferentes fármacos.

Normalmente la enfermedad se presenta en forma de tuberculosis pulmonar y su contagio es por aerosoles (gotitas de estornudo o tos). Se dará entonces una “tuberculosis primaria”. La mayoría de los infectados se recupera de esta infección sin secuelas posteriores, pero esta puede quedar latente y reactivarse posteriormente en pocas semanas o incluso años después.

Cuando se produce esta reactivación podemos observar tos, expectoración de moco y sangre, sudoración en exceso, fatiga, fiebre, pérdida de peso e incluso dificultad respiratoria, dolor torácico y sibilancias (sonidos respiratorios similares a un silbido).

La mayoría de las infecciones por mycobacterium suelen ser pulmonares, pero cabe la pena mencionar que esta bacteria también puede provocar daños en meninges (tuberculosis meníngea), ojos (tuberculosos oftálmica), sistema cardiovascular (tuberculosos cardiovascular), sistema nervioso, genitourinario, osteoarticular…

El tratamiento también es bastante, digamos, especial, ya que usa una media de 4 fármacos combinados según la situación del individuo y puede durar entre 6 y 12 meses. Normalmente se usa la pauta de 6 meses, pero se puede alargar hasta 9 o 12 meses porque esta bacteria acostumbra a mostrar resistencias a los diferentes fármacos usados hoy en día. Los más usados, llamados de primera línea, son la Rifampicina, Isoniazida y Pirazinamida combinados, aunque se puede sustituir alguno o incluso combinar también a Etambutol o Estreptomicina.

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