¿Es normal tener alucinaciones? Respuesta corta: Si

¿Qué es una alucinación?

Una alucinación es una percepción (visual, auditiva, gustativa…) que ocurre en ausencia de un estímulo externo, por ejemplo ver una casa cuando la casa (el estímulo) no está, es decir percepciones de una realidad inexistente o impresiones falsas de objetos reales. Además la persona tiene la convicción de que es real (esto es importante al menos al principio del fenómeno). En el caso de que la persona fuera consciente de que no son reales se llamaría una pseudoalucinación (esto suele ocurrir en momentos de fatiga o deprivación sensorial). Las alucinaciones pueden ocurrir en cualquier modalidad perceptiva y suelen tener características similares a una percepción normal. Es interesante que el término alucinación provenga del latín, alucinari que significa «maravilla en la mente».

Tipos de alucinaciones:

Se describen dos clasificaciones:

1) La clasificación según la modalidad sensorial en la que se da la alucinación: pudiendo encontrar en este caso alucinaciones visuales u ópticas (campo visual, desde fotomas o manchitas, también luces, hasta alucinaciones completas de objetos), alucinaciones auditivas (desde pitidos o pequeños ruidos hasta voces conversando entre ellas), las alucinaciones tácticas o hapticas (campo receptor del tacto, desde sensaciones sobre la piel hasta sentir que alguien te toca, cambios térmicos, sentir animales bajo la piel), alucinaciones cenestésicas (referidas a partes del cuerpo u órganos, pensar que se tiene una mano de acero, dos higados o una pierna de hierro), alucinaciones cinestesicas o motrices (sensaciones de moverse o ser movido, incluye también vertigo y oscilaciones), alucinaciones olfativas-gustativas (suelen darse asociadas).

2) Luego podemos describir otras alucinaciones dependiendo del modo de aparición o que se suelen clasificar separadas:

  • Alucinaciones funcionales: El estímulo que desencadena la alucinación es percibido al mismo tiempo y en la misma modalidad sensorial, se superponen, por ejemplo oír una voz cada vez que suenan las campanas de la iglesia.
  • Alucinaciones reflejas: Una estimulación correcta de una modalidad sensorial se asocia con otra y provoca una alucinación en otra modalidad sensorial. Por ejemplo oír una voz cuando se le toca la mano.
  • Alucinació negativa: Percibir que algo no existe cuando realmente esta ahí.
  • Autoscopia o fenómeno del doble: Verse a uno mismo, se acompaña de sensaciones somáticas.
  • Autoscopia negativa: No verse en el espejo.
  • Alucinaciones extracampinas: Fuera del campo visual. Ver a alguien detrás cuando estamos mirando de frente.

Y además debemos tener en cuenta las alucinaciones hipnopómpicas (al despertarnos) e hipnagógicas (al dormirnos). Podéis consultar el artículo de mi compañera Nuria Llavina para saber más de ellas.

¿Qué desencadena una alucinación?

Para empezar ciertos medicamentos y drogas (marihuana, cocaína, LSD, ketamina, anfetaminas, heroína y sí, el alcohol también) desencadenan alucinaciones. También hay enfermedades que se asocian a un tipo determinado de alucinaciones (lo cual no implica que tener esa alucinación signifique tener la enfermedad). Por ejemplo la fiebre puede desencadenar alucinaciones, la epilepsia, la ceguera y la sordera a menudo presentan algún tipo de alucinación, el SIDA, la insuficiencia hepática, las demencias, etc…

En cuanto a los trastornos mentales la Esquizofrenia se asocia a alucinaciones auditivas y visuales con más frecuencia y en ocasiones olfativas o táctiles. Los trastornos afectivos suelen ceñirse a las auditivas congruentes con el estado de animo (aún así menos frecuentes que en la Esquizofrénia).

También las lesiones cerebrales pueden desencadenarlas: lesiones del lóbulo frontal podrían desencadenar alucinaciones negativas, fenómeno del doble o alucinaciones olfativas, gustativas y visuales.

Lesiones en el hipocampo producen alucinaciones liliputienses (ver los objetos más pequeños de lo que son) así como cambio de la imagen corporal y percepciones olfativas desagradables.

Las lesiones en el lóbulo temporal pueden producir alucinaciones elementales (simples). Mientras que la epilepsia el lóbulo temporal puede inducir alucinaciones gustativas y olfativas.

¿Qué dicen las teorías psicológicas al respecto?

Hay varias teorías que intentan explicar las alucinaciones:

Las teorías de la destilación (Seepage) dicen que las alucinaciones son contenidos preconscientes que se filtran accidentalmente a la conciencia. West decía que la falta de input para organizar un estímulo más un elevado arousal (activación) podía predisponer a las alucinaciones. O que las huellas de memoria de experiéncias previas eran liberadas a la conciencia ante el elevado arousal.

Horowitz creía en la teoría de las representaciones mentales: Es decir las alucinaciones son imagenes mentales erróneamente atribuidas a estímulos externos.

Hoffman en cambio defendía la teoría de la subvocalización: las alucinaciones son situaciones en las que el habla internalizada es experimentada como algo ajeno e involuntario.

Por último Slade y Bentall atribuían las alucinaciones a un déficit en las habilidades metacognitivas de evaluación y/o discriminaión de la realidad. Según ellos esto sería modificable con aprendizaje. También creían que el estrés (arousal), la sugestión, los estímulos poco estructurados y las expectativas podían afectar a este proceso.

¿Qué tratamientos hay?

Si la alucinación se asocia a una enfermedad el tratamiento será de esta enfermedad.

En las alucinaciones asociadas a trastornos mentales se suelen prescribir medicamentos, sobre todo medicación antipsicótica que acata específicamente síntomas asociados a alucinaciones y delirios entre otros. Es posible que si la ansiedad se asocia a los episodios de alucinaciones se receten también ansiolíticos o benzodiazepinas aunque los antipsicóticos suelen acompañarse también de un fuerte efecto sedante.

Antiguamente ese era todo el tratamiento que se ofrecía, pero hoy en día están en auge las técnicas psicológicas, entre ellas encontramos:

  • La terapia de modificación de creencias (de momento solo probablemente eficaz): Hay varias terapias que varían ligeramente según los diferentes autores (Chedwich, Kingdom, Fowler…). Se basan en técnicas como el desafío verbal de la creencia sobre la alucinación, las pruebas de realidad, la normalización racional y la potenciación de las estratégias de afrontamiento.
  • La terapia de potenciación de las estrategias de afontamento (Terrier) (también se considera probablemnete eficaz): Se entrenan al menos dos estrategias por síntoma alucinatorio para que la persona sepa como afrontarlas.
  • La terapia de focalización (Bentall, Haddock y Slade, en fase experimental). Consiste en la gradual reatribución de las voces a uno mismo. Solo se utiliza para alucinaciones auditivas verbales.

¿Estoy enfermo si tengo alucinaciones?

No tiene porque. Se ha demostrado que las alucinaciones son comunes entre la población normal. Cerca de un 10 % de las personas las viven, y si miramos el porcentaje de personas que han sufrido una alucinación alguna vez, este porcentaje asciende a un número mucho más alto.

En la práctica clínica la incidencia poblacional de alucinaciones llega hasta el 38,7%. Pero un estudio reciente (S. García-Ptacek, D. García Azorín, R. Sanchez Salmador, M.L. Cuadrado y J. Porta-Etessam, Madrid, 2012) cuyo objetivo fue determinar la prevalencia de percepciones anómalas (alucinaciones) entre jóvenes sanos demostró que las alucinaciones en población normal son frecuentes y suelen ser breves, afectan a todas las modalidades sensoriales y habitualmente no son expresión de enfermedades neurológicas ni psiquiátricas. Aunque tradicionalmente se han asociado los fenómenos auditivos alucinatorios a patología psicótica y otros estudios han dado como resultado en población normal una incidencia poblacional baja este estudio en cambio sugiere que las percepciones auditivas simples, de corta duración y con crítica inmediata, son frecuentes y no se asocian a patología, por ejemplo oír el timbre o el teléfono cuando no han sonado.

Claro está que hay que matizar: se refiere a fenómenos alucinatorios cortos y de crítica inmediata (es decir la persona inmediatamente o al poco tiempo se da cuenta de que no son reales). Además se centra más en fenómenos que ocurren en situaciones concretas (cuando estamos adormecidos, cansados…) mayoritariamente. Pero son unos resultados muy interesantes.

Hay que saber matizar entre una alucinación puntual y un cuadro psicótico en el que las alucinaciones son más frecuentes y floridas (vistosas o complejas) y la persona vive según ellas, es decir interfieren en su vida diaria. Estos casos sí indicarían probablemente una necesidad de atención psicológica o psiquiátrica, por el simple hecho del malestar que provocan a la persona para empezar y además por el peligro quepueden entrañar en la vida diaria de una persona el obedecer las órdenes de unas voces, o pensar continuamente que algo malo va a pasar. Y por el hecho de que pueden estar asociadas a un trastorno mental grave que requiere una atención especializada.

De todas formas debido a la gran variedad de enfermedades físicas que pueden desencadenar alucinaciones es necesario acudir a un médico para descartar tumores o problemas médicos que puedan subyacer a los síntomas alucinatorios.

Pero bueno, si alguien sufrió un día una alucinación que no se preocupe, ¡es un fenómeno normal en la población sana también!

 

FUENTE: Estudio alucinaciones en población joven sana.

Imagen de las alucinaciones de Don Quijote, Wikimedia Commons, Dany Duquefer.

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