Los humanos tenemos la suerte de poder decir que algo nos duele y señalar exactamente dónde. Sin embargo, los animales no nos pueden decir: “¡Eh! ¡No me toques ahí que me duele!” o “Me encuentro mal”. Como mucho emiten gemidos o se mueven bruscamente pero hay algunos animales que no hacen ninguna de las dos cosas y es muy difícil saber qué les pasa. Debido a esto y con el fin de que los animales usados en investigación tengan una vida mejor, los investigadores están trabajando con una escala para la identificación del dolor basada en muecas.
A día de hoy la investigación con animales es un hecho y en muchos casos es necesaria para luego poder aplicarlas al ser humano. Se puede estar a favor o en contra de la investigación en animales pero hoy no tratamos ese tema. Hoy os cuento un nuevo método para identificar cuándo un animal está sufriendo y poner remedio.
Buscando el bienestar para los animales de laboratorio
Los conejos son los últimos animales en los que se está midiendo su malestar mediante la evaluación de los gestos de la cara. El método tradicional para examinar si un animal objeto de estudio está sintiendo dolor es analizar si ha perdido peso, si ha perdido apetito y observar sus movimientos. En un intento de hacer una evaluación del dolor más científica un grupo de genetistas de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) desarrollaron “la escala de la mueca del ratón” en 2010.
Desde que esta escala salió a la luz, Mateo Leach, investigador de la Universidad de Newcastle en Reino Unido, se puso a trabajar con conejos analizando las distintas expresiones faciales de dolor en varios animales. Para él, esta escala es potencialmente mejor y más rápida para la detección del dolor que otros métodos.
La escala de las muecas de dolor de Leach fue impulsada por el gobierno sueco porque querían evaluar cómo de dolorosos son los tatuajes que se les hace a los conejos utilizados en la agricultura y en la cría. La escala de Leach tiene en cuenta 5 unidades de acción (como el estrechamiento de los ojos o el abultamiento de las mejillas) y obtienen una puntuación que va de cero (ausencia de dolor) a 2 (dolor obviamente presente). Las puntuaciones de las 5 unidades se suman y se obtiene la puntuación total.
En el caso de los tatuajes, la puntuación del dolor sin anestesia fue de 4 y con anestesia bajó a un 2 y una diferencia de dos puntos en una escala de dolor es bastante significativa.
El equipo de Leach está trabajando actualmente en las escalas de los monos Rhesus y está colaborando en las escalas de dolor para los corderos, caballos y cerdos.
La creación de este tipo de escalas-mueca es muy útil para aprender a identificar cuándo un animal está sintiendo dolor y raíz de eso tratarlo. No es justo que los animales sufran, son seres vivos igual que nosotros, que no se nos olvide.
Fuente: Nature