Cuando se habla de un invasor, puede venir a nuestra mente rápidamente, escenas de películas como Men In Black, Independe Day u otras similares, en los que alienígenas quieren invadirnos y aniquilar a toda la humanidad.
Lamentablemente no se le está dando la importancia, en lo que a daño humano y ambiental se refiere, a las plantas, que sin ser alienígenas, sí son invasoras, como la uña de gato, o Carpobrotus edulis en lenguaje científico, imagen de portada de este artículo, y de la que hablaremos junto a otras especies invasoras en próximos artículos.
¿Qué son las especies invasoras?
Son especies, tanto animales como vegetales, ajenas a un territorio (también llamadas alóctonas), que al llegar a él se propagan a una gran velocidad, alterando la estructura de los ecosistemas, suponiendo una gran amenaza para la diversidad.
La peligrosidad que tienen se debe a que pueden desplazar a las especies nativas (también llamadas autóctonas), y acabar provocando su extinción.
Además, pueden afectar a la salud humana, ya que pueden transmitir enfermedades, o bien por las mismas especies invasoras, o por el hecho de pueden ser vectores de enfermedades que afectan al hombre, al ganado o que dan lugar a plagas agrícolas.
No olvidemos que existe un equilibrio de relaciones entre los organismos que integran un ecosistema, teniendo resistencia a parásitos e infecciones habituales en él, pero son muy vulnerables ante la introducción de un agente externo.
La globalización también es un medio a través del cual, por el transporte, el turismo y el comercio global, las especies invasoras se propagan en mayor número y mayor distribución mundial.
España, país líder en diversidad biológica
En otras cosas que son actualidad en telediarios día sí y día también, no somos líderes, pero sí en diversidad biológica, somos uno de los países con mayor diversidad biológica en la Unión Europea, debido a nuestra geografía, geología, clima, paisaje, suelos, registros biológicos del pasado, además de por la existencia de islas.
Todo este cóctel propicia que tengamos una alta tasa de endemismos, que son especies biológicas exclusivas de un territorio; especies que no se van a encontrar en ningún otro lugar del planeta.
Por ejemplo, en España, el número de especies de plantas vasculares, es decir, con plantas con raíz, tallo y hojas (puede parecer increíble, pero las hay sin esas características), supera las 8.000 especies, de las que 1.500 son endemismos.
Estos números puede que no nos digan nada, pero los endemismos de estas plantas en España, representan la mitad de los endemismos de Europa.
Datos que preocupan
Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en España, las especies vegetales introducidas están en torno al 15%, aunque la proporción aumenta hasta el 33% en las islas Canarias, lugar en el que las plantas exóticas invasoras procedentes el continente americano, ha aumentado de 48 a 58 especies en pocos años.
El último dato ha sido estudiado por Wolfredo Wildpret y Victoria Eugenia Martín, profesores de la Universidad de La Laguna, en las Canarias. En el estudio indican que las plantas invasoras son en estos momentos la segunda causa en importancia que origina la pérdida de biodiversidad en el mundo.
El ser humano, único responsable
Tal y como informa la profesora Martín, las plantas invasoras son trasladadas de un lugar a otro de forma consciente o inconsciente, por el ser humano. Tras este traslado, dichos vegetales se asilvestran.
Lo que no tiene lógica es que una vez hecho el daño del ser humano al entorno, luego digamos que el planeta tiene la culpa, en algún momento habrá que dejar de ser niños y dejar de justificarnos.
Se han venido reclamando medidas de control para frenar el avance de estas plantas invasoras. Ejemplos de buena gestión ambiental, son Australia e Israel donde los aviones son desinfectados, con este gesto se demuestra que uno trata de cuidar el medio ambiente.
Conclusiones
Aunque la fase de control es una etapa necesaria, una etapa previa, antes de que se produzca el traslado de una especie a un lugar que no le corresponde es la educación ambiental, es la asignatura pendiente en todas las administraciones de todos los países, incluído el nuestro.
La educación ambiental, no es solamente evitar que una especie colonice un país extranjero, sino el no comprar especies (animales o vegetales) procedentes de otras partes del planeta, dándole así valor a la riqueza natural que cada país tiene, el cerrar el grifo cuando nos echamos jabón en la ducha para evitar la pérdida de agua, la ley de las 4 erres (reducir, reutilizar, reciclar y recuperar) de la que hemos hablado en algún artículo, etc.
En definitiva, es practicar un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente del cual somos administradores.
Fuentes: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y EFE Verde
Imagen: Image Juicy