¿Está Facebook distorsionando nuestra visión de la realidad? – Medciencia

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No es la primera ocasión que hablamos sobre la relación que pueden tener las redes sociales con nuestra salud, concretamente nuestra salud mental y emocional. En una ocasión os hablamos sobre la pérdida de autocontrol que podían llegar a provocar redes sociales como Facebook (al menos esa es la que se uso en el estudio), ya que algunos usuarios dejan que su autoestima dependa en suma medida de acciones dentro de estas redes, como los conocidos me-gusta. También comentamos la posibilidad de que nuestra actividad en Facebook delantara algunos trastornos mentales según cual fuera nuestra actividad, cómo completábamos nuestro perfil, etc. Pero, ojo, de momento esto son estudios recientes y aislados, por lo que no es necesario que cunda el pánico. Ahora bien, ¿creéis que el uso de Facebook puede llegar a distorsionar nuestra visión de la realidad?

¿Facebook puede hacer que te sientas triste?

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Seguramente en muchísimas ocasiones haréis como yo: Mirar Facebook por puro aburrimiento. No tengo nada que hacer, pum, a echar un ojo a Facebook, y mirar cualquier cosa (muros o fotos de amistades, noticias, páginas, fotos graciosas, charlar con amigos por pasar el rato…). Y, en otras ocasiones, usamos Facebook para compartir nuestros pensamientos, fotografiar nuestra actividad (¿postureo?), y demás. La realidad es que, si lo pensamos en frío (al menos según mi propia experiencia y la de mis amistades), solemos usar Facebook más de forma pasiva, por rutina más que por un afán determinado.

Y justamente este uso pasivo (el de observador) puede acarrearnos una distorsión de nuestra realidad y llegar a hacernos infelices, según algunos estudios, pues tendemos a pensar que el resto del mundo es más feliz que nosotros solo por leer estados y ver sus fotos. Por ello, acabamos sintiendonos miserables por la comparación. Por tanto, según algunos estudios, Facebook nos provocaría psicologicamente soledad y tristeza, más que compañía y felicidad como podría ser lógico (ya que usar un medio para comunicarnos con nuestros amigos, en teoría, nos facilita las cosas para disfrutar de nuestro ocio).

A esto lo han denominado “paradoja de la amistad” (según Justin Mullins, autor de “Is there social capital in a social network site?: Facebook use and college studens’ life satisfaction, trust and participation”):

“No solo tus amigos tienen más amigos que tu, sino que es probable que también tengan más parejas sexuales. Algo que es altamente contrario a la lógica, pero hay una razón matemática sencilla que lo explica: La gente con muchos amigos es probable que se encuentren entre tus mejores amigos. Y, al encontrarse en este lugar, elevan el número medio de amigos que tienen sus respectivos amigos. Así, los demás tienen más amigos que tú simplemente porque la media está sesgada, no porque sea real”

Además, Mullins añade que aunque nuestros amigos tienden a ser parecidos a nosotros (lógico), siempre habrá alguno que sea más feliz o más rico que nosotros (lógico también).

El uso pasivo o activo de Facebook marca la diferencia

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Pero lo peor del asunto no es esto. En otras ocasiones os hablamos de como afecta a nivel emocional el uso de Facebook, y apuntamos que hay estudios que afirman que provoca tristeza, pero otros apuntan lo contrario, que provoca felicidad (¿?). Bueno, esto es lo que se plantearon los investigadores de la Universidad de Michigan, cuyo estudio se publicó en PLoS ONE recientemente.

En dicho estudio, los investigadores hicieron un seguimiento de la felicidad de los participantes mediante electromiografía facial (medían la expresión de los participantes). Por lo visto, si los sujetos se dedicaban activamente a Facebook (por un afán determinado), su respuesta fisiológica media un repunte significativo de la felicidad. Sin embargo, si navegaban pasivamente (por aburrimiento), dicha felicidad desaparecia.

Y, como ya hemos apuntado al principio, nuestro uso de Facebook suele ser más pasivo que activo. Por tanto, podemos afirmar que dicha predominancia de una experiencia pasiva es la que crea el sentimiento de infelicidad delante del uso de Facebbook.

La adicción a Facebook

Finalmente, podemos plantear una última hipótesis: ¿Es Facebook adictivo? Lo sé, lo sé. Últimamente todo es adictivo si le dedicamos mucho tiempo. Pero pongamonos en situación: Usar Facebook es más fácil que consumir muchas drogas legales actuales (tabaco, alcohol), su uso se apodera de nuestra atención y de gran parte de nuestras horas de vida, pero no nos provoca un daño evidente. Eso si, como cualquier adicción, gasta tiempo y energía, un tiempo que le restamos a otras actividades, y no usarlo puede irritarnos en ocasiones (o incluso usándolo, como hemos comentado por el hecho de la navegación pasiva y la tristeza).

Como curiosidad, en 2012 hubo un grupo de investigadores noruegos que desarrollaron una escala de Likert para medir la adicción a Facebook basándose en 6 criterios:

1. Pasar mucho tiempo pensando en Facebook o planeando como usarlo.

2. Sentir impulsos para usar Facebook cada vez más.

3. Utilizar Facebook para olvidar nuestros problemas personales.

4. Tratar de reducir el uso de Facebook sin éxito.

5. Inquietarse o irritarse cuando se nos prohíbe usar Facebook.

6. Utilizar tanto Facebook que has sentido un impacto negativo en tu trabajo / estudios

De momento aún no podemos hablar de Facebook como una adicción, pues cabe estudiarlo más, pero no podréis negarme que conocéis gente (o incluso detectáis en vosotr@s mism@s) alguno de de estos criterios.

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