Según un estudio llevado a cabo en la Universidad de Roma, las personas con actitudes negativas hacia los homosexuales tienden a mostrar mayores niveles de psicoticismo y mecanismos inapropiados de afrontamiento en comparación con las personas que aceptan a los demás sin tener en cuenta la preferencia sexual. Personalmente el término homofobia no me parece adecuado ya que una fobia es un miedo irracional hacia algo. Cuando hablamos de homofobia (o xenofobia, por ejemplo) generalmente nos referimos al rechazo, odio, o incluso maltrato hacia un determinado grupo. También conviene aclarar que cuando se habla de altos niveles de psicoticismo no implica que las personas con cierta aversión hacia la homosexualidad sean psicóticas. El psicoticismo es un rasgo de la personalidad que se caracteriza por la predisposición hacia la hostilidad, la ira y la agresividad hacia los demás. El principal investigador de este estudio, el doctor Emmanuele Jannini, sugiere que las personas con actitudes anti-homosexuales pueden tener problemas psicológicos.
En palabras del Dr. Jannini, esta nueva vía de investigación podría suponer que la “verdadera enfermedad a estudiar sea la homofobia”.
Psicología y homosexualidad
Los estudios publicados hasta la fecha en relación con este tema mantienen varias hipótesis. Desde sugerir que las personas con reacciones viscerales negativas hacia los gays y lesbianas esconden con frecuencia deseos homosexuales hasta decir todo lo contrario; que realmente existe una aversión hacia las personas del mismo sexo que se atraen. Según Jannini, factores como la religiosidad, la sensibilidad al asco, la hipermasculinidad y la misoginia también influyen en las creencias anti-homosexuales.
Sin embargo, ningún otro estudio había tenido en cuenta hasta la fecha la salud mental de aquellos con prejuicios sexuales. Los 551 universitarios participantes de este nuevo estudio tuvieron que rellenar una serie de cuestionarios sobre sus niveles de ansiedad, depresión, psicoticismo y, por supuesto, de “homofobia”. El cuestionario anti-homosexual contenía 25 frases del tipo “los gays me ponen nervioso”, “creo que las personas homosexuales no deberían trabajar con niños”, “hago bromas sobre los homosexuales”, o “no me importa si mis amigos son homosexuales o heterosexuales”. Todos los sujetos tuvieron que evaluar sus niveles de acuerdo o desacuerdo con cada una de estas frases en una escala Likert del 1 al 5. Además, los estudiantes tuvieron que contestar preguntas relacionadas con su estilo de apego y sus estrategias de afrontamiento.
Las conclusiones del estudio
A grandes rasgos, Jannini y colaboradores concluyen que a mayor nivel de salud mental, menor es el riesgo de tener prejuicios sexuales. Entendemos que el constructo “salud mental” utilizado en esta investigación se refiere a bajos niveles de ansiedad, depresión y psicoticismo, así como un estilo de apego y de afrontamiento seguros.
Las personas con un estilo de apego inseguro, y por lo tanto con tendencia a mostrarse incómodos en situaciones sociales íntimas, eran significativamente más prejuiciosos sexualmente que aquellos que poseían un estilo de apego seguro. Los investigadores también encontraron que los participantes con mecanismos de afrontamiento más inmaduros tenían más prejuicios sexuales que los participantes con estrategias de afrontamiento adecuadas. Por último, el psicoticismo, caracterizado fundamentalmente por la ira y la hostilidad, también correlacionaba positivamente con creencias anti-homosexuales.
Por el contrario, la depresión y los mecanismos de defensa neuróticos, como puede ser la hipocondría, estaba asociada con niveles más bajos de prejuicios sexuales.
Finalmente, este estudio define al prejuicio sexual como un rasgo más prevalente en personalidades disfuncionales. Aún así, y según el propio Dr. Jannini, “la personalidad no lo es todo”. La cultura tiene mucho que ver con este tipo de prejuicios y tampoco tenemos que dejar de lado factores como la religión y la política. Hace falta mucha investigación para elaborar un consenso válido científicamente y es necesario replicar varias veces este tipo de estudios con diferentes muestras para validar los resultados. Aún así las conclusiones de este estudio tiene su lógica. Actualmente, el grupo de investigación de la Universidad de Roma está ampliando sus estudios en otros países y en función de otros factores como el miedo a no ser lo suficientemente hombre y su influencia en los prejuicios sexuales.
Fuente: LiveScience, Wikipedia