Aunque en su momento ya lo comentamos cuando os hablamos de que la falta de vitaminas fue la que acabó matando a Gollum, la realidad es que nunca viene mal recordarlo, y mucho mejor si hay estudios de por medio: Tomar el sol es extraordinariamente bueno para la salud. Así lo corrobora un estudio que siguió a 30.000 mujeres durante 20 años.
La falta de sol duplica la posibilidad de morir
Según el estudio, realizado por los investigadores del Instituto Karolinska de Suecia, las mujeres que nunca toman el sol en verano tienen el doble de probabilidades de morir que las que toman el sol a diario. Eso si, siempre con protección adecuada, ya que la exposición excesiva a la radiación ultravioleta de la luz solar puede llegar a producir los temidos cánceres de piel entre los que destaca el melanoma.
Para llegar a esta conclusión, se siguió a 29.518 mujeres durante 20 años, de las cuales 2545 murieron. Sorprendentemente, según comentan los investigadores, las mujeres que nunca tomaban el sol durante los meses de verano eran el doble de propensas a morir por cualquier causa. Además, las mujeres que tomaban el sol en verano tenían un 10% menos de riesgo de morir de cáncer de piel, aunque las que tomaban el sol en el extranjero duplicaban este riesgo de morir por padecer melanoma.
Según comenta el Dr. Pelle Lindqvist, autor principal del estudio:
“Los resultados de este estudio mostraron claramente que la mortalidad fue casi el doble en aquellas mujeres que evitaban la exposición solar en comparación a las que tenían una exposición más alta. Los consejos para la exposición solar, muy restrictivos en países con baja intensidad solar, podrían ser realmente perjudiciales para la salud de la mujer”
La falta de vitamina D, culpable del mayor riesgo de mortalidad por falta de sol
Como ya os comentaba al principio del artículo, la hipótesis que se baraja para este aumento de muertes por falta de exposición solar sería el déficit de vitamina D, la cual se crea en el cuerpo mayoritariamente gracias a esta exposición solar. Sin embargo, cuando no hay suficiente, se produce un aumento del riesgo de sufrir diabetes, raquitismo u otras enfermedades como la tuberculosis o la esclerosis múltiple. De hecho los casos de raquitismo han aumentado hasta cuatro veces en los últimos 15 años.
En anteriores estudios se ha demostrado que la vitamina D puede aumentar la supervivencia de las mujeres con cáncer de mama, mientras que su falta puede ser una señal de que existe un cáncer de próstata en los hombres. Además, unos niveles bajos de esta vitamina también se han asociado al cáncer de piel más agresivo.
Como veis, aquí existe un juego entre el exceso y el defecto. Debemos tomar una cantidad necesaria de sol, pero siempre sin pasarnos, ya que la vitamina D es necesaria para la vida pero el exceso nos puede llevar a sufrir cáncer de piel. No hay que temer al sol, pero tampoco olvidar que todos los excesos acaban siendo dañinos para nuestro cuerpo.
Vía | The Telegraph.