Las dudas con respecto al orgasmo femenino son muchas. También los mitos. Y la falta de información certera. Clítoris, punto G, orgasmo vaginal… ¿Qué hay de cierto en esta aparente complejidad de la experiencia sexual femenina? ¿Es realmente así?
El orgasmo vaginal no existiría, del mismo modo que tampoco existiría el orgasmo clitoriano ni el punto G, según un estudio de los investigadores Vincenzo y Giulia Puppo, del Centro Italiano de Sexología y de la Universidad de Florencia. En su trabajo, publicado en la revista Clinical Anatomy, desmienten buena parte de lo que se ha publicado durante años sobre la sexualidad femenina, y llegan a la conclusión de que sólo hay un tipo de orgasmo: el orgasmo “femenino”.
Adicionalmente a esta conclusión principal, Los investigadores afirman que la mayoría de mujeres no llegan al orgasmo durante la penetración aislada. Aquellas que aseguran hacerlo, en realidad experimentan un clímax que llega, no por estimulación de la vagina, sino del clítoris o de los órganos eréctiles cercanos, puesto que el pene masculino no entra en contacto con el clítoris durante el coito vaginal. Tener un orgasmo de clítoris es imposible, pero no es posible alcanzar el orgasmo sin estimular el clítoris, afirma el estudio, que niega rotundamente la existencia de diferentes tipos de orgasmos femeninos.
Según los investigadores, los expertos en medicina sexual y los sexólogos deberían difundir certezas sobre las bases biológicas del orgasmo femenino, no hipótesis u opiniones personales. Y es lo que, a su parecer, ocurre en la actualidad.
Certeza científica en la sexualidad
Para empezar, habría que utilizar terminología anatómica específica y correcta. Es bien sabido que la anatomía del clítoris y del orgasmo femenino se describen en todos los libros de texto, pero en los últimos años algunos investigadores han propuesto una nueva terminología para la respuesta sexual en las mujeres, y que obvian dichos materiales. Según esta nueva “teoría”, el clítoris interior no existiría, sino que éste, en su totalidad, constituiría tan sólo un órgano externo. Asimismo, en base a esta nueva definición, el clítoris no se compone de dos arcos, sino del glande, el cuerpo, y los pilares o raíces. En adición, los “bulbos del clítoris” constituyen un término incorrecto desde el punto de vista embriológico y anatómico, y el término correcto debería ser “bulbos vestibulares”. Y con esto, varias cosas más.
Lo más destacable es que, según estos investigadores, en realidad la vagina no tiene ninguna relación anatómica con el clítoris, y el clítoris es un órgano perineal, mientras que el supuesto punto G se encontraría en la uretra pélvica. Es decir, regiones diferentes.
Orgasmo femenino
En base a estas afirmaciones, los investigadores aseguran que el orgasmo por estimulación del punto G/ vagina/clítoris, el orgasmo vaginal, y el orgasmo clitoriano no existe. Es por esto que debería hablarse, del mismo modo que para los hombres se habla de “orgasmo masculino”, de “orgasmo femenino”, como ya se ha indicado anteriormente.
Para concluir, los investigadores aseguran que los términos eyaculación femenina, eyaculación precoz, trastorno de la excitación genital persistente o amplificación del punto G, entre otros, no tienen base científica. En todas las mujeres, el orgasmo siempre se produce si los órganos eréctiles femeninos, es decir, el pene femenino, se estimulan con eficacia durante la masturbación, el cunnilingus, la masturbación en pareja o el coito vaginal/anal (siempre que el clítoris sea estimulado incluso con un dedo). Ya en 1966, Masters y Johnson, pioneros del studio sobre la sexualidad, indicaron la importancia del desarrollo de técnicas de coito específicas que facilitaran la estimulación del clítoris, como por ejemplo la posición de la mujer encima del hombre.
Fuente | Clinical Anatomy