A fecha de 2014, la esclerosis múltiple (EM) sigue siendo un quebradero de cabeza para la comunidad científica. El origen es bastante difuso, y el tratamiento solo consigue reducir los síntomas hasta cierto punto. Cualquier avance frente a esta enfermedad supone un paso de gigante para su lucha, por lo que la última noticia, nos deja mucho que pensar.
El pasado 25 de septiembre, un nuevo estudio de hábitos alimenticios y riesgos de padecer esclerosis múltiple no ha encontrado relación alguna entre una dieta de calidad y saludable y la reducción del riesgo de padecer esclerosis múltiple.
El estudio tomó los datos de las dietas de 185.000 mujeres adultas, y aun así, no se encontró relación alguna entre ambos. Este esperanzadora noticia descarta muchos de los posibles factores que ocasionan la enfermedad, sin embargo, otro estudio parece contradecir a este.
La EM era más grave en personas con otras condiciones médicas que en las que solo sufrían de la misma
Si condiciones médicas como la diabetes o la obesidad son determinantes para la agudeza de los síntomas, ¿no os parece que llevar una dieta sana debería jugar un papel importante en la evolución de la EM?
Además, se demostró que no existe tampoco relación entre esta enfermedad y las dietas bajas en grasas saturadas; llegando a presentar mejores resultados en las mismas, pues se disponía de un menor índice de masa y colesterol, reduciendo la fatiga y mejorando la circulación.
Organizando lo que hemos comentado, llegamos a la conclusión de la que la dieta no juega un papel tan significativo en la gravedad, pero que el no cuidarla sí, ¿suena un poco contradictorio verdad? En definitiva, la dieta de una persona de alrededor de 30 años que padezca esta enfermedad no jugará un papel tan importante en su evolución, sin embargo, ¿qué ocurre con los más jóvenes?
La obesidad en la adolescencia potencia los efectos de la EM
Si conocer que la obesidad es una de las principales causas de la aparición de cáncer no es suficiente para que nos concienciemos, saber que agrava los efectos de la esclerosis múltiples debería ser suficiente. La adolescencia es la edad más crítica para enfrentarse a esta enfermedad, pues los hábitos alimenticios se encuentran ante la irresistible comida basura, el comer a deshora, y la falta de popularidad de las frutas y verduras.
La obesidad facilita la aparición de enfermedades cardiovasculares, por lo que se está intentando encontrar alguna relación entre esto último y la esclerosis múltiple.
Aunque no exista una dieta definitiva para hacer frente a la esclerosis múltiple, llevar una dieta sana baja en grasas saturadas, rica en frutas y verduras, parece funcionar; y siendo de vital importancia la vitamina D, pues las personas con EM padecen de una deficiencia de esta vitamina.
Fuente | WebMD