¿Hablas contigo mismo en voz alta? ¿Eso significa que te estás volviendo loco? ¿Perdiendo la cabeza? ¿Listo para el manicomio? Para nada.
A pesar de que vivimos en un mundo ruidoso, mucha gente lidia con demasiado silencio en sus vidas, gente que vive sola o que vive con otras personas que están absortas en sus propias cosas.
Cuando te sientes solo, lo más probable es que estés dejando de prestar atención suficiente a una persona muy especial. Una que siempre está ahí contigo. ¿Quién es? Eres tú, por supuesto.
Hablar con uno mismo no sólo alivia la soledad, también puede hacerte más inteligente. Te ayuda a aclarar tus pensamientos, descubrir lo que es importante y confirmar para arriba cualquier decisión que estés contemplando. Sólo hay una condición: Te vuelves más inteligente sólo si hablas con respeto a ti mismo.
Aquí hay cuatro tipos de auto-conversación que te harán más inteligente y conseguiran que te sientas mejor acerca de tí mismo:
Halagador. ¿Por qué esperar a obtener elogios de otro? Si te los mereces, elógiate tú mismo. Además, la mayoría de la gente no va a tener ni la más remota idea acerca de las pequeñas acciones que haces bien. Cómo por ejemplo que decidiste pasar de largo la heladería para mantener tu compromiso acerca de perder peso. ¿Eso no merece un elogio, tal como: “Estoy orgulloso de ti“?
De motivación. Es posible que no tengas ganas de hacer las tareas aburridas o difíciles, cómo ordenar tu cuarto o estudiar, pero todo se hace más fácil si estás recibiendo ánimos. Algo así como, ¡Vamos campeón, arregla esto durante la mañana y por la tarde serás libre! ¿Por qué no decirtelo a tí mismo.
Diálogo Exterior. ¿Tienes problemas con tomar una decisión? Si te quedas o vas? ¿Si hablas o permaneces en silencio? Las opciones no son fáciles. En efecto, debido a que son muy difíciles, a menudo no llegamos a hacer una elección realmente, tenemos por costumbre responder impulsivamente por hábito o ansiedad. Es mucho más eficaz, sin embargo, crear un diálogo contigo mismo para poder oír lo que opinas. “Quiero quedarme por x pero quiero ir por y. Estoy claramente ambivalente. Sin embargo, necesito saber que decisión tomar. Es hora de tener un interesante diálogo conmigo mismo y ver en qué dirección sopla el viento“. Tener este tipo de diálogo puede ayudarle a hacer un compromiso digno de elogio o una conciliación viable entre sus deseos, sus necesidades y expectativas de los demás.
El establecimiento de objetivos. Digamos que estás tratando de ser mejor organizado para que las vacaciones no sean tan frenéticas. Establecer un objetivo y hacer un plan (es decir, qué hacer, cuándo hacerlo, cómo hacerlo) puede ser de gran ayuda. Claro que puedes simplemente hacer una lista, pero decirlo en voz alta centra tu atención, refuerza el mensaje, controla tus emociones fuera de control y te aleja de las distracciones. Los mejores atletas hacen esto todo el tiempo diciéndose a si mismos “Mantén la cabeza hacia abajo. Mantén tus ojos en la pelota. Respira“. A ellos les funciona, ¿por qué no te va a funcionar a ti?
Tanto si estás viviendo por tu cuenta o vives con más gente, siempre estás vivendo contigo mismo. Así que no te dejes fuera de la ecuación. Conversa, charla, comunicate respetuosamente contigo mismo. No es un signo de locura. Es un signo de buena salud.
Fuente: Pysch Central