¿Hay viajeros del tiempo entre nosotros? – Medciencia

Viajar en el tiempo es un sueño imposible con nuestra tecnología actual pero esto no significa que sea posible algún día. Según la teoría de la relatividad de Einstein el tiempo pasa más lento a medida que aumentamos nuestra velocidad y esto ha sido comprobado experimentalmente comparando un reloj atómico situado en una nave que orbita alrededor de la tierra y otro reloj en nuestro planeta. El reloj en el espacio acaba retrasándose unas millonésimas de segundo, no lo suficiente como para ser notado pero si para demostrar las ecuaciones de Einstein. Esta idea nos permite viajar al futuro ya que si nos montamos en una “nave espacial/máquina del tiempo” que viaje a una velocidad cercana a la de la luz, podemos hacer que un minuto dentro de la nave suponga un año en el mundo exterior.

Viajar al pasado es mucho más complicado y no se está del todo seguro sobre si es posible. Para viajar al pasado, los físicos han elaborado ecuaciones basadas en las originales de Einstein pero necesitan introducir conceptos exóticos como los agujeros de gusano. Es necesario demostrar la existencia de los agujeros de gusano y otros fenómenos similares para saber nuestras probabilidades reales de poder viajar atrás en el tiempo.

Mientras los físicos averiguan si es posible viajar en el tiempo, hay una segunda pregunta que podemos resolver con más facilidad: ¿hay viajeros del tiempo entre nosotros? Si en un futuro lejano hemos logrado desarrollar la tecnología para viajar en el tiempo puede que este periodo temporal sea un sitio turístico para nuestros viajeros del futuro que deseen vivir “como en los viejos tiempos”. Sorprendentemente ha habido intentos más o menos serios orientados a resolver esta cuestión. En 2012 Stephen Hawking organizó una fiesta para viajeros del tiempo cuya fecha y lugar se hicieron públicos después de celebrarse. Nadie acudió al evento.

Un estudio más serio sobre el tema ha sido publicado recientemente por Robert Nemiroff y Teresa Wilson de la Universidad Tecnológica de Michigan. Se dedicaron a buscar en las redes sociales posibles trazos dejados por un viajero del tiempo. Si alguien viene del futuro es posible que en algún momento (aunque sea por accidente o descuido) haya expuesto información en la red sobre un evento que aún no ha sucedido. Aunque esta información hubiera sido ignorada, ese dato queda acumulado en la red social y puede ser localizado. Con esta idea en mente, Nemiroff y Wilson realizaron búsquedas del término “Papa Francisco” y “Cometa ISON” en Twitter, Facebook y Google, recolectando resultados según la fecha de aparición del mismo. Si alguien ha escrito sobre estos temas antes de que el Papa fuera elegido o el cometa fuera descubierto, estaríamos ante una posible prueba de la existencia de viajeros del tiempo.

Lamentablemente el estudio no ha dado resultado y no se han hallado pistas de viajeros del tiempo. Eso no quiere decir que no existan, puede que simplemente no hayan comentado nada sobre estos dos eventos (por falta de interés) o tengan unas normas especialmente estrictas para la difusión de datos al pasado. La ventaja de este método es que es totalmente reproducible y se puede repetir con cualquier otro término a ver si hay más suerte en la búsqueda de viajeros.

Otra posibilidad es la aportada por el físico Richard Gott, que expone la posibilidad de que una máquina del tiempo solo pueda ser usada hasta el momento de su construcción, impidiendo al viajero retroceder a tiempos anteriores sin la máquina. Si esto fuera así nuestro mundo estaría libre de turistas del futuro.

Puede que no haya viajeros del tiempo entre nosotros, pero con nuestra tecnología actual podemos estar alerta a cualquier desliz que los ponga en evidencia. Si eres un viajero del futuro, atento a tu Twitter.

Fuente | Live Science

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