Los trucos de magia son algo que existe como diversión desde tiempos inmemoriales. Suponen un reto a nuestra inteligencia y nuestra intuición, sin responsabilidades ni preocupaciones. Cada vez más, estos trucos no solo precisan de habilidad para ser realizados, sino que además tienen un fuerte componente científico de base. Uno de los ejemplos más claros son los vídeos que ruedan por YouTube en los que la gente hace desaparecer objetos al meterlos en “agua”.
¿Su secreto? Conocimiento y manejo de los índices de refracción, o velocidad de la luz en cada medio. El principio es tan sencillo como sumergir un vidrio en una sustancia cuyo índice de refracción sea el mismo. De esta forma la luz al penetrar el recipiente solo “ve” un material, pues no hay cambio en su velocidad. Pero en este caso será más fácil que lo veáis con vuestros propios ojos:
Para entender el funcionamiento del truco debemos saber qué es el índice de refracción. El índice de refracción, normalmente referido como n, es una medida de la velocidad de la luz en un medio concreto. Se calcula como el cociente de la velocidad de la luz en el vacío entre la velocidad de la luz en ese medio, y es siempre mayor que uno. El cambio de velocidad tiene efectos muy curiosos en la luz y es lo que produce reflejos en materiales transparentes
Probablemente alguna vez nos hemos preguntado por qué vemos un vaso de vidrio en el aire si ambos son transparentes, o quizás no. Pero el caso es que el motivo por el que vemos el vaso, o el agua, o cualquier material transparente es que tiene un índice de refracción diferente. Justo en el cambio de superficie, cuando la luz cambia de velocidad, una parte de ella se refleja y es lo que nos permite ver el objeto. Además la luz cambia de dirección, se refracta, y nos deja esas ilusiones ópticas de que el palo se “rompe” al entrar en agua, por ejemplo.
Ahora bien, si tenemos dos objetos diferentes pero con igual índice de refracción, la luz sigue su camino sin desviarse y los objetos se vuelven indistinguibles. Eso es lo que pasa en los vídeos que tenéis por el post: al tener el palo de vidrio en el aire existe diferencia de índice de refracción y la luz se refleja en el palo haciendo posible verlo. Pero en cuanto se sumerge en el líquido (escogido para tener el mismo n) este desaparece porque no hay reflejo ni cambio de dirección.
Este mismo procedimiento se puede hacer en casa, aunque es algo más complicado. Generalmente la glicerina y el vidrio pyrex tienen un índice de refracción suficientemente parecido como para conseguir el efecto. No son cosas que uno tenga por casa pero sí pueden conseguirse buscando un poco. ¡Qué disfrutéis!