Un telescopio con una tecnología sin precedentes, que podría superar todas las expectativas volcadas en él, ya tiene fecha de inicio de construcción: en abril de 2014 en la cima del Monte Mauna Kea en Hawái. En él han participado universidades de EEUU e instituciones de Canadá, China, India y Japón, y tiene previsto comenzar a funcionar en 2022.
Para poder explicar todo el potencial de este futuro telescopio, tenemos que entender inevitablemente que el propio cielo nocturno es un túnel del tiempo. Dicho en otras palabras, si por la noche observamos a cualquier estrella, no la estamos viendo cómo es en ese mismo instante, sino con unos cuantos años de retraso.
Este peculiar hecho se debe a las grandes distancias que existen en el universo: el universo es tan grande, que incluso la velocidad de la luz es ínfima comparado con el vasto universo. Nuestras estrellas vecinas se encuentran años luz de distancia de nosotros, y eso significa que la luz tarda años en hacer ese recorrido.
Por tanto, cuando miramos a cualquier estrella, la luz tarda años en llegar desde la fuente hasta nosotros. Los fotones que vemos partieron de la fuente hace mucho tiempo, por lo que son el reflejo del pasado de la estrella. Como consecuencia, cuanta más distancia podamos abarcar, mayor será la distancia cronológica de la región del cielo que observemos.
Este increíble telescopio denominado TMT (Telescopio de los Tres Metros, por sus siglas en inglés) que, como su nombre indica, su espejo principal posee 30 metros de diámetro, será tan potente que podrá ver distancias enormemente lejanas. Por tanto, será capaz de captar imágenes de las primeras estrellas y galaxias del universo. Tanto es así que llegaría incluso a ver el límite del universo observable y el inicio de los tiempos. Cuando uno digiere estos conceptos, empieza verdaderamente a entender lo maravilloso que es la astronomía.
Este telescopio no solo será capaz de ver el inicio de los tiempos, sino que las imágenes que podrá conseguir serán mucho más nítidas de lo que cualquier telescopio actual es capaz de realizar. Se podrán estudiar más a fondo las lunas de nuestro sistema solar como Titán y Europa, que despiertan mucho interés entre los científicos debido a que en ellas podría existir vida en sus profundidades.
Además, se podrá ver la formación de planetas alrededor de estrellas cercanas, lo que tal vez podría replantear en un futuro próximo algunas de las leyes sobre la formación de los planetas. Asimismo, comprobaría la exactitud de muchas de las leyes fundamentales de la física.
En resumen, es tal el poder de este telescopio que deja en un escalón bastante inferior a los grandes telescopios que nos han dejado imágenes sorprendentes del universo como son los telescopios del observatorio W.M. Keck en el Mauna Kea y el telescopio espacial Hubble. Si ya el telescopio espacial Hubble ha supuesto un antes y un después en el conocimiento del universo, ¿qué nos deparará el telescopio TMT? ¿Qué nuevas sorpresas nos desvelará?
Fuente: NCYT