Uno de los mayores estudios epidemiológicos prospectivos publicado en The Lancet Respiratory Medicine ha analizado el efecto de la contaminación atmosférica sobre la incidencia de bebés de bajo peso al nacer.
Las conclusiones del estudio han sido muy claras: por cada aumento de 5 microgramos por metro cúbico en la exposición de partículas contaminantes durante el embarazo, el riesgo de bajo peso al nacer aumenta en un 18%. Estas cifras no son para nada desdeñables, sino todo lo contrario: el riesgo aumenta considerablemente conforme la contaminación del aire se incrementa.
“Nuestros hallazgos sugieren que una proporción importante de los casos de bajo peso al nacer podría evitarse en Europa si la contaminación del aire urbano, partículas particularmente finas, se redujera”, explica Marie Pedersen, autora principal del estudio e investigadora del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), Centro de la alianza ISGlobal.
Cabe destacar que los niveles que ocasionan bajo peso al nacer son incluso inferiores a los estipulados en las directivas de calidad del aire actuales de la Unión Europea. Hoy en día, el límite máximo de nivel óptimo en la calidad del aire se encuentra en 25 microgramos por metro cúbico y en el estudio la media de exposición a la contaminación atmosférica estuvo entre 10 y casi 30 microgramos por metro cúbico, niveles que en su mayoría se encuentran por debajo de lo estipulado por la Unión Europea. Se trata de una claro mensaje de que la Unión Europea debe modificar ese límite pues no es ni mucho menos el umbral entre lo saludable y lo perjudicial.
Manolis Kogevinas, codirector del CREAL, comentó:
“Si los niveles de estas partículas finas se redujeran a 10 microgramos por metro cúbico (el valor de referencia de la Organización Mundial de la Salud como media anual de calidad del aire), se podría prevenir el 22% de los casos de bajo peso a lancer de los partos de más de 37 semanas”
Aunque intentar no respirar aire contaminado durante el embarazo es bastante complicado en la mayoría de los casos, se pueden realizar una serie de medidas para minimizar lo máximo posible la exposición a las partículas contaminantes durante el embarazo. Los investigadores destacaron varios puntos como evitar realizar actividad física o salir a la calle durante horas con intenso tráfico o en zonas con mucha contaminación atmosférica; vivir en una casa localizada en una zona con baja contaminación atmosférica durante el embarazo; y limpiar frecuentemente la casa y ventilarla adecuadamente.
Fuente: SINC