La deforestación de la selva amazónica es algo que existe y que afecta a todo aquello que habita el planeta Tierra. Los impactos que provoca son muy serios pero muchas veces sólo nos fijamos en los impactos que vemos, en los que podemos palpar. Podemos ver que desaparecen plantas y animales, que afecta a la capa de ozono, etc. pero ¿Qué pasa con los efectos que no vemos a simple vista?
Los efectos de la deforestación en los seres “invisibles”
La selva amazónica representa el 50% de toda la selva tropical del mundo y es el hogar de un tercio de las especies del planeta y, por desgracia, tiene una de las tasas más altas de deforestación (culpa nuestra, por supuesto). La agricultura es una pieza económica muy importante en Brasil y poco a poco va comiéndole más terreno a la selva.
Un claro ejemplo de los efectos que no vemos es el que provoca sobre los microorganismos que habitan en los suelos. Son elementos esenciales para que los ecosistemas funcionen, están implicados en los ciclos biogeoquímicos de elementos como el carbono, el azufre, el hierro y nitrógeno, siendo estos ciclos las piezas fundamentales para que funcionen los ecosistemas.
Un equipo internacional de microbiólogos liderados por Klaus Nüsslein de la Universidad de Massachusetts Amherst ha estudiado el impacto que causa la deforestación de la selva amazónica en los suelos y el resultado es una pérdida neta preocupante en la diversidad de los microorganimos responsables del correcto funcionamiento de los ecosistemas.
Los investigadores han estudiado durante 4 años un terreno en Rondonia (Brasil), donde los habitantes de la zona están eliminando selva para convertirlo en terreno agrícola. Este cambio de ecosistema supone un estrés muy grande a los microorganismos del suelo y no todos son capaces de adaptarse a este gran cambio.
Los resultados del estudio indican que hay una pérdida neta de la diversidad en general, lo que supone pérdida de variación genética en las bacterias y significaría una reducción de la resistencia global del ecosistema. Los investigadores esperan que su trabajo proporcione datos valiosos que afecten a la toma de decisiones sobre el futuro de la selva amazónica.
Que la diversidad bacteriana del suelo se recupere de manera completa cuando se pasa de selva a pasto dependerá de si en ese proceso se extingue por completo alguno de sus integrantes. Los científicos trabajan ahora para evitar esto y conseguir la pronta recuperación del ecosistema para que los suelos puedan soportar el estrés del cambio. Un suelo sano significa un ecosistema sano.
Fuente: ScienceDaily