El ritmo circadiano, ese reloj interno que tenemos cada uno de nosotros, regula muchísimas más cosas de las que podríais imaginar. Además, no solo existe el ritmo circadiano (de 24 horas de duración, basándose en la luz del día y la oscuridad de la noche), sino que existen otros ritmos basados en días, semanas o incluso mensuales. Pero, centrándonos en el primero, ¿hasta que punto esta relacionado el ritmo circadiano con nuestra salud?
Recordemos que este ritmo también regula nuestras horas de sueño y nuestro metabolismo, y que por tanto acarrea catastróficas consecuencias alterarlo, entre ellas trastornos del sueño, obesidad e incluso diabetes. Pero, ¿y el envejecimiento? Pues según un estudio del MIT, habría un gen que regularía tanto el ritmo circadiano como el envejecimiento humano.
El gen en cuestión se llama SIRT1 y su misión es proteger nuestro cuerpo contra las enfermedades que producen el envejecimiento, además de regular los ritmos circadianos. Según el estudio, en ratones, la actividad de este gen va decayendo con el tiempo, provocando a su vez que vayamos envejeciendo. Por otra parte, si se aumentan los niveles de este gen en el cerebro, es posible evitar su deterioro.
Los investigadores afirman, basándose en sus resultados, que podría ser posible fabricar fármacos que aumentaran la actividad de SIRT1 en humanos, otorgando múltiples beneficios para la salud. Así lo comenta Leonard Guarente, profesor de biologia en el MIT y autor principal del estudio:
“Si pudieramos mantener SIRT1 tan activo como sea posible a medida que envejecemos, podríamos ser capaces de retardar el envejecimiento en el reloj interno del cerebro, consiguiendo múltiples beneficios para nuestra salud a raíz de esto”
“Casi todo lo que ocurre en nuestro organismo esta muy organizado dentro del ciclo circadiano. La idea que está surgiendo en los últimos años es que mantener este ritmo es muy importante para nuestra salud. Por tanto, si rompemos este ritmo, lo pagamos con salud y puede que incluso con envejecimiento”
Tras sus estudios con ratones, Guarete y sus colegas están probando algunos activadores del gen SIRT1 para tratar enfermedades inflamatorias u otras como la diabetes, pero el problema es que dichos fármacos no son capaces de llegar al cerebro. Pero de todas formas el investigador tiene esperanza y cree que serán capaces de diseñar medicamentos que si puedan alcanzar su objetivo en el interior del cerebro. Os iremos informando de las novedades al respecto.
Vía | Medical News Today.