Hace relativamente poco tiempo, os dimos una serie de consejos para mejorar vuestra memoria. Entre ellos, había uno que si hacía referencia a nuestro metabolismo, que era disminuir nuestra grasa abdominal. Pero, según un reciente estudio, parece ser que habría más cambios en nuestro estilo de vida que además de repercutir en nuestra salud cardiovascular, también lo harían en nuestra memoria: La hipertensión y la diabetes.
La tensión elevada y el azúcar en sangre: Un doble golpe contra nuestra memoria
Pues si, si ya sabíamos sobradamente que sufrir de hipertensión arterial, de diabetes, o de ambos juntos es un grave peligro para nuestra salud cardiovascular, ahora añadimos algo más: Pérdida cognitiva.
Según un estudio llevado a cabo por la Clínica Mayo y publicado en la prestigiosa revista Neurology, aquellas personas que sufren de diabetes en edad avanzada y ya tenían hipertensión en mediana edad, son más propensos a sufrir pérdida de células cerebrales, entre otros daños cognitivos. La suma de estas lesiones daría lugar a un mayor porcentaje de pérdida de memoria y habilidades del pensamiento respecto a las personas que no sufren de diabetes o hipertensión arterial. Concretamente, aquellas personas que sufren hipertensión a mediana edad (40 – 50 años) tienen el doble de posibilidades de tener áreas cerebrales dañadas, respecto a los individuos que no la sufren.
Así lo comenta Rosebud Roberts, autor del estudio y epidemiólogo de la Clínica Mayo:
“Potencialmente, si podemos prevenir o controlar la diabetes y la hipertensión arterial en las edades medidas, se puede prevenir o retrasar el daño cerebral que ocurrirá décadas más tarde, el cual llevará a problemas de memoria, pensamiento y demencia”
La diabetes acaba afectando al cerebro, independientemente de la edad
Durante el estudio, se estudiaron hasta 1437 individuos con una edad media de 80 años mediante técnicas de neuroimagen. Según comentan los investigadores, en comparación con los individuos sanos, aquellos que sufrían de diabetes o azúcar elevado en sangre tenían un volumen cerebral total 2,9% más pequeño. Y concretamente en el área del hipocampo, pieza clave para el procesamiento de la memoria, el volumen disminuía hasta un 4%. Además, las personas con diabetes tenían el doble de posibilidades de sufrir estos problemas de pensamiento y memoria.
“Las personas que desarrollaron diabetes, incluso en la vejez, eran más propensas a sufrir daños cerebrales. Por el contrario, si la hipertensión se desarrollaba en la vejez, no había muchos cambios en ese sentido. Nuestros resultados sugieren que los efectos de esta enfermedad tardan décadas en desarrollarse en el cerebro y aparecer en forma de daño cerebral provocando síntomas como disminución de la memoria o alteraciones del pensamiento. La diabetes tiene efectos adversos independientemente de la edad”
Además todo esto tiene bastante sentido, pues ya os comentamos que se barajaba la hipótesis de catalogar el Alzheimer como una Diabetes tipo 3, o que se había descubierto que un fármaco destinado a tratar la diabetes también servía para mejorar la memoria en pacientes con Alzheimer. Parece que poco a poco vamos atando cabos.
La hipertensión arterial tiene efecto cuando se sufre en edades medias
Por su parte, la hipertensión arterial se ha vinculado a la enfermedad de Alzheimer, siempre y cuando se empiece a sufrir en edades medias, como bien apunto otro estudio publicado en la revista Neurology el pasado año 2013. En dicho estudio participaron 177 personas de entre 55 y 100 años sin síntomas de Alzheimer. Se les tomó la presión arterial y se les realizaron punciones lumbares para estudiar su líquido cefaloraquídeo (líquido cerebral). Según los resultados, las personas con mayor tensión arterial eran más propensas a tener biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer (proteínas beta-amiloide, placas proteícas, o proteínas p-tau entre otros). Pero esta relación solo se daba en los individuos de 55 a 70 años con hipertensión, pero no en los de 70 a 100 años, curiosamente.
“Estos resultados sugieren que las fuerzas que intervienen en la circulación sanguínea pueden estar relacionadas con el desarrollo de los signos de la enfermedad de Alzheimer, en la cual se da la pérdida de células cerebrales. Esto se relaciona con los hallazgos que indican que la hipertensión arterial a mediana edad es un mejor predictor de los futuros problemas con las habilidades de memoria y pensamiento, en comparación a la hipertensión en la vejez”
Conclusión: El estilo de vida ayuda tanto a cuidar de nuestra salud cardiovascular como de nuestra salud cerebral.
Vía | Clínica Mayo.