Hace muy poquito hablábamos en MedCiencia de las plantas carnívoras y cuál era la manera en que realmente se alimentan de las presas que atrapan. Un tipo de esas plantas son las que han plegado sus hojas y forman una especie de jarras en las que los pequeños animalitos caen dentro y no pueden volver a salir. Esto es de manera general y, como normalmente ocurre, existe una excepción a la norma. Por contradictorio que parezca, existe una relación mutualista entre una especie de hormiga y una de estas plantas carnívoras en la que ambas obtienen un beneficio, vamos a descubrir cómo.
Tú me das comida y casa y yo te doy nitrógeno y me como a los ladrones
En la naturaleza podemos encontrarnos muchos casos de excepción a las normas y este tipo de mutualismo es uno de ellos. Las hormigas de la especie Camponotus schmitzi viven en una planta carnívora en forma de jarra de Borneo (Nepenthes bicalcarata). Las hormigas entran en la jarra, bucean en el agua plagada de enzimas digestivas y se comen las larvas de mosquito que hay en el interior de la jarra. Obviamente, la hormiga obtiene un beneficio pero ¿qué beneficio puede conseguir la planta si le están robando parte de su alimento? Resulta que no todo es lo que parece…
Un reciente estudio realizado por las Universidades de Cambridge y Brunei Darussalam y publicado en la revista PLoS ONE ha demostrado por qué las plantas que albergan estas hormigas crecen más grandes que las que no las tienen, mostrando que existe una relación mutualista entre ambas especies.
El mecanismo es el siguiente: existe un flujo de nutrientes entre las hormigas y la planta que las alberga. Por un lado, las hormigas aportan más cantidad de nitrógeno con sus excrementos a la planta. Por otro lado, las larvas de mosquito que hay dentro de las jarras se alimentan de los nutrientes que hay en disolución, le están robando a la planta su comida, así que comiéndose a las larvas las hormigas evitan el robo de nutrientes. Otro beneficio que obtiene la planta es que las hormigas mantienen el agua limpia.
En resumen, lo que al principio parecía una relación en la que las hormigas parecían las únicas beneficiadas porque obtienen casa y comida se convierte en una relación mutualista en la que las hormigas evitan el robo de nutrientes y aportan más nitrógeno para que la planta crezca más grande que el resto. Qué curiosa y fascinante puede llegar a ser la naturaleza.
Fuente: PLoS ONE