La importancia a escala global de los virus que viven en el mar – Medciencia

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Cuando oímos o leemos la palabra virus automáticamente lo asociamos con enfermedades y esta asociación realmente es muy lógica ya que la mayoría de virus que se han estudiado a fondo son los que nos causan males. También es muy lógico que se estudien los virus que nos causan enfermedades pero no debemos olvidar que son los elementos biológicos más abundantes del planeta y que también hay virus buenos que se utilizan en terapias génicas o que están implicados en fenómenos ambientales a escala global.

El mar está plagadito de virus y mientras se realizaba un estudio de las bacterias del Mar Báltico un grupo de investigadores de la Universidad de Arizona se ha topado con 31 virus marinos nuevos que no se parecen en nada a los virus conocidos hasta ahora. Estos nuevos virus son bacteriófagos, un tipo de virus que infecta exclusivamente a bacterias. Los resultados de su estudio se publican en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS).

Los bacteriófagos y su papel en el medio ambiente

Los fagos o bacteriófagos son un tipo de pequeños elementos virales controlan procesos de importancia global, sin embargo apenas están estudiados porque no nos afectan de manera directa causando enfermedades. Por ejemplo, determinan la cantidad de oxígeno que pasa de los océanos a la atmósfera a cambio de CO2, influyen de manera directa en los patrones climatológicos de la Tierra y alteran las asociaciones de microorganismos que compiten en el medio ambiente.

El equipo de investigadores de la Universidad de Arizona ha descifrado la composición genética de 31 fagos que infectan a una sola bacteria del Mar Báltico llamada Cellulophaga baltica. Esta bacteria y sus congéneres desempeñan un papel fundamental en el ciclo de los hidratos de carbono complejos en entornos que van desde el océano y el hielo marino hasta nuestro intestino.

Los científicos se han topado con varias sorpresas al estudiar la bacteria: ninguno de los fagos encontrados en ella se conocían previamente, cada uno de ellos posee una biología distinta y excepcional y más del 80% de las proteínas que lo forman no se parecen en nada a las de otras especies de fagos.

A parte de los hallazgos mencionados, que no son ninguna insignificancia, los científicos hablan en su estudio de la importancia que poseen los bacteriófagos ambientales. Ponen el ejemplo de los fagos que infectan a la bacteria que han estudiado, Cellulophaga. Ésta forma parte del fitoplancton marino y del fitoplancton de agua dulce y son los fagos los que controlan los ciclos globales de oxígeno y carbono que se traducen directamente en la abundancia y escasez de nutrientes que sostienen las redes alimentarias globales y la pesca.

Son los virus los mecanismos ocultos que regulan las poblaciones de estas bacterias y el intercambio de material genético que ocurre entre ellas. Estudiando estos virus se podrían comprender mejor las consecuencias que los afloramientos de algas tienen en la disponibilidad del pescado y sobre el almacenamiento de carbono en los océanos del mundo.

A pesar de estar implicados en procesos tan importantes no se sabe mucho acerca de ellos. Como ya he mencionado más arriba, las investigaciones actuales se centran principalmente en estudiar virus y bacteriófagos que están implicados en enfermedades humanas, lo que no quiere decir que esté mal por supuesto, pero tal vez se debería ampliar el abanico de investigación sobre este tipo de virus que realmente sí que nos afectan y mucho, aunque no directamente sobre nuestra salud.

Soy de las que piensa que en los virus está la clave de muchos enigmas y espero que con el tiempo se dedique mucho más esfuerzo al estudio de los mismos.

 

Fuente: Universidad de Arizona

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