La inteligencia emocional es imprescindible también en el ámbito deportivo, nos permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y frustraciones, acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, y todo esto nos dará mejoras en el rendimiento deportivo. Es algo que se va adquiriendo desde muy pequeños por lo que, como adultos, es importante ser un ejemplo firme y coherente para todos los niños que nos rodean.
¿Por qué es importante la inteligencia emocional en el deporte?
1) A nivel emocional: Como la orientación al logro de los objetivos, la competitividad, la identificación de valores del deporte y los personales, la autovaloración, el trabajo en equipo, el liderazgo, la empatía, el control de las reacciones y emociones negativas, entre otros.
2) A nivel físico: Saber organizarse, no obsesionarse con el deporte, tener momentos de descanso, gestión del tiempo y hábitos adecuados de alimentación.
3) A nivel social: Saber relacionarse mejor con el equipo, entrenadores, preparadores, fisioterapeutas etc.
4) A nivel racional: Cómo funciona el juego, aspectos técnicos y tácticos.
Consejos para mejorar la inteligencia emocional
1) Conócete más a ti mismo: Intenta tener claras tus fortalezas y tus debilidades, todos brillamos en algo.
2) Práctica el optimismo: A ser optimista también se aprende. Haz uso del sentido del humor en la medida de lo posible y convéncete a tí mismo de que cualquier dificultad, es en ocasiones un momento de oportunidad para mejorar como personas.
3) Comunícate mejor: Desde la comunicación verbal hasta la no verbal, todo influye en el deporte, aprende a controlarla y a mejorarla.
Una mejoría en la inteligencia emocional, desarrollaría una conciencia en el deportista, así como unas estrategias de autorregulación. La mejora de este tipo de inteligencia, aumentará la capacidad de un atleta para hacer frente a una serie de factores de estrés, antes, durante y tras una competición.
“Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad“.Dr. Daniel Golema