Para quien no lo conozca, la ketamina es un tipo de fármaco anestésico que se usa más bien poco en humanos, por sus diversos efectos secundarios, y que suele ser más conocido por ser usado como anestésico de animales y, en ocasiones, como droga, causando en demasiadas ocasiones la muerte por sobredosis (en consecuencia a los anteriormente mencionados efectos secundarios). Sin embargo, según un reciente estudio, este anestésico podría ser usado como un potente y eficaz antidepresivo.
Según un grupo de expertos de la Yale School of Medicine, en un artículo publicado en la revista Science, pequeñas cantidades de ketamina podrían reducir en cuestión de horas los síntomas de una depresión crónica o incluso ayudar a pacientes resistentes a otros tipos de tratamiento. Esto podría llevarse a cabo gracias a que este fármaco sería capaz de reparar las conexiones entre neuronas (sinapsis neuronales) que habrían sido dañadas previamente por situaciones de depresión y estrés.
El problema de los antidepresivos actuales, siendo los más importantes los llamados ISRS (inhibidores de la recaptación de Serotonina), es que funcionan por acumulación, es decir, tardan alrededor de tres semanas en producir algún efecto porque es el tiempo necesario para acumular el medicamento en nuestro cuerpo y que tenga actividad.
Y también esta el problema de que hay que tomar el medicamento durante meses y que una tercera parte de los pacientes ni siquiera reciben ningún beneficio, algo que solucionaría la ketamina, ya que actúa en el 100 % de los pacientes, porque actúa en una zona diferente a la que lo harían los fármacos actuales.
Así de entusiasta se expresaba Ronald Duman, profesor de psiquiatría y neurobiología y autor principal del estudio:
“La rápida respuesta terapéutica de la ketamina en pacientes resistentes al tratamiento es el mayor avance en la investigación de la depresión en medio siglo”
La parte “mala” del asunto es que el efecto no es permanente, ya que la ketamina alivia la depresión en horas pero si se deja de tomar la enfermedad vuelve en 7 – 10 días, pero una dosis excesiva del fármaco puede dar lugar a psicosis o incluso la muerte, como sucede en algunas ocasiones por tomarse de forma recreativa.
Por el momento esperemos que sigan investigando estos efectos y que puedan crear un tipo de fármaco que no cause estos graves efectos secundarios, o que simplemente sea suficiente con tomar una única dosis, o una dosis determinada cada cierto tiempo. Si, suena difícil, pero con investigación y tiempo todo es posible.
Vía: Science.