Hemos oído hablar de la marea negra o la marea roja pero ¿qué es la marea marrón? Como su nombre indica, es un fenómeno que tiñe las aguas de este color y es debida a un crecimiento masivo del alga Aureococcus anophagefferens, siendo muy tóxica para los ecosistemas costeros.
Ayer se publicaba en Nature que la marea marrón llega hasta China, siendo el tercer país que sufre esta invasión junto con Estados Unidos y Sudáfrica. Este fenómeno se llevaba estudiando desde Junio de 2009 en las costas de la provincia de Hebei. Al mismo tiempo que el agua iba cogiendo un tono marrón, los cultivos de vieiras, ostras y mejillones de esta zona, el mayor cultivo del país, empezaban a morir.
La situación empeoró el verano siguiente cuando 3.350 Km cuadrados de aguas se vieron afectados causando unas pérdidas de 32,1 millones de dólares según datos del informe anual de la SOA sobre las catástrofes marinas.
El crecimiento masivo de este alga causa una mucha turbidez en las aguas, afectando al crecimiento de las praderas de algas. Como aprendimos con Posidonia oceanica, las praderas de algas marinas son esenciales para la vida de otros seres vivos, como los juveniles de muchas especies de peces y los mariscos en general.
Actualmente se está estudiando por qué este alga es tan tóxico para el marisco. Aún no se ha conseguido aislar ninguna toxina pero hay evidencias de que afecta al movimiento de los cilios de estos animales, por lo que no pueden comer y mueren. También se investiga el motivo de su aparición en China, barajando la posibilidad de que provenga directamente de la importación de marisco contaminado desde EEUU, lugar en el que ha afectado a muchos cultivos de moluscos como las almejas o las vieiras.
Lo que sí es cierto es que las mareas marrones están directamente relacionadas con el deterioro de las costas. El rápido crecimiento de la población de China en las últimas décadas ha dado lugar a una mayor descarga de nutrientes en el mar. Este exceso es lo que provoca las explosiones de crecimiento de algas desde 1990, especialmente en los estuarios del río Yangtsé.
El problema es que estas mareas son altamente densas, con miles de millones de algas por litro, lo que dificulta mucho las tareas de eliminación. Las investigaciones deben centrarse en detectar de forma precoz la aparición del alga y tratar de ralentizar su crecimiento. Una vez que llega la marea, es imparable.
La única medida a corto plazo que se puede tomar es disminuir el aporte de nutrientes a las aguas y así restablecer la calidad de las aguas. Por desgracia, el medio ambiente no se respeta como se debe y a la larga crea problemas como este, causando pérdidas millonarias (por no hablar de los desastres ecológicos).
Podría contar muchísimos motivos por los que hay que cuidar los mares y los océanos pero no lo voy a hacer. Simplemente con esta entrada hemos podido comprobar que el mar es una fuente de ingresos importante y que somos nosotros mismos los que nos los estamos cargando. No cuidar los mares y los océanos es tirar piedras sobre nuestro propio tejado.
Fuente: Nature, Science Daily, JGI