La psicología tras la cirugía estética

A pesar de que la mayoría de las operaciones de cirugía estética no están cubierttas por la seguridad social, ésta área quirúrgica sigue cogiendo fama con los años. Cada vez es más la gente que acude a cirujanos plásticos, a veces con serios problemas orgánicos, pero muchas otras veces para quitarse un poquito de aquí o ponerse un poquito allá, esperando que esto les ayude a sentirse mejor con ellos mismos.

Algunas de las preguntas que esto nos plantea son: ¿Por qué estás personas deciden cambiar su aspecto físico? ¿Qué repercusiones psicológicas tiene la cirugía sobre su vida? ¿Las personas que se someten a este tipo de cirugía tienen unas características psicológicas que les diferencian del resto de la población?…

Ante todas estas preguntas, un nuevo estudio a largo plazo realizado en Europa ha investigado los efectos psicológicos de la cirugía estética en aproximadamente 550 pacientes descubriendo que la mayoría de los pacientes afirman un mayor disfrute de la vida, mayor satisfacción y autoestima tras haber “alterado” su aspecto físico mediante cirugía.

Los investigadores examinaron si los pacientes que se someten a cirugía plástica son sistemáticamente diferentes de los demás, cuáles son las metas que se han fijado antes de la cirugía, y si logran alcanzarlas tras someterse a ésta.

Para ello compararon 544 pacientes operados por primera vez con otros dos grupos. El primer grupo de comparación estaba formado por 264 personas que quisieron someterse a cirugía estética pero al final decidieron no hacerlo, mientras que el segundo grupo de comparación incluía a 1000 personas de la población general que jamás se habían interesado por la cirugía estética.

En general, los investigadores no observaron diferencias significativas entre los tres grupos estudiados en términos de variables psicológicas y de salud, como la salud mental, la satisfacción con la vida y la depresividad.

Utilizando un instrumento de valoración psicológica llamado “Escala de alcance de metas” se examinó qué metas querían alcanzar los pacientes sometiendose a cirugía. Se ofrecieron 10 metas estándar junto con preguntas abiertas, incluyendo dos metas claramente irrealistas: “todos mis problemas se solucionaran” y “Seré una persona completamente nueva”

Solamente el 12% de los participantes especificaron estas metas irrealistas, mientras que, en las preguntas abiertas, los pacientes respondieron en conjunto de manera más realista, expresando deseos, como para “sentirse mejor”, “eliminar imperfecciones” y “desarrollar más confianza en sí mismo.”

Los psicólogos evaluaron a los pacientes antes de la cirugía y tres, seis y doce meses después. En promedio, los participantes afirmaron haber logrado su objetivo deseado, y estar satisfechos con los resultados a largo plazo.

En comparación con los que habían optado por no someterse a la cirugía plástica, los pacientes se sentían más saludables, se mostraron menos ansiosos, habían desarrollado más autoestima y encontraban no sólo el rasgo operado, sino también su cuerpo como un todo, más atractivo.

No se observaron efectos adversos, y por lo tanto, como resultado de estos hallazgos, los investigadores informan de que un alto nivel de éxito físico y psicológico acompaña a la mayoría de las intervenciones de cirugía estética.

Fuentes: Psych Central

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