La Ricina, el veneno letal dirigido al presidente Barack Obama

Esta semana está siendo bastante, digamos movidita, para los Estados Unidos. Como ya sabréis, hace un par de días ocurrió el terrible atentado de Bostón del que os hablaron nuestros compañeros de Omicrono, pero es que ayer mismo se supo que han interceptado un par de cartas sospechosas, una de ellas dirigida hacia el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la cual contenía la potente toxina ricina. Hoy os hablaré un poco de ella.

Si sois aficionados a la serie Breaking Bad, aparte de haber aprendido sobre la multitud de drogas existentes, os sonará el ricino, la planta que produce esta toxina natural, pues se encuentra dentro de la semilla de dicha planta. Curiosamente, es una especie cultivada ampliamente en la zona del mediterráneo y que se encuentra con relativa facilidad, pues tiene muchos usos en medicina e industria. La ricina, en si misma, es un desecho común al procesar el aceite de ricino, que es lo que se suele usar de la planta.

Al contener en su semilla esta sustancia tóxica, se ha estudiado ampliamente por su posible amenaza para los animales de pastoreo y otras mascotas proclives a hincarle el diente a la susodicha planta. En un informe europeo reciente se comenta que los animales de ganado la toleran bien, pero las ovejas y los caballos enferman y los perros sufren una combinación de letargo y vómitos.

¿Y los humanos? Pues, como habréis deducido del inicio de este artículo, la ricina para los humanos es mortal, sobre todo si es inyectada o inhalada. Si se ingiere, aún puede haber salvación, pues afectaría a la mucosa del tubo digestivo y se absorbería peor, lo que daría cierto margen de maniobra. En el caso del presidente Obama se pretendía que fuera inhalada, ya que se mandaba dentro de una carta y las partículas se liberarán al abrir la misma, provocando una intoxicación tan eficaz como letal.

Eso sí, para que esto se produzca las partículas de ricina deben ser excepcionalmente pequeñas. Estados Unidos consideró su uso como arma química durante la Primera Guerra Mundial a modo de nube de polvo venenoso, pero al final no se efectuó dicho plan.

Respecto al modo de actuación de la ricina, es una glicoproteína que altera la capacidad de nuestras células para formar sus propias proteínas, lo que acaba matándolas.

Imaginad por un momento lo potente que puede ser una simple semilla de ricino, pues con tan solo una se puede matar a un millar de personas.

La parte “buena” del asunto es que ya se tiene en cuenta la facilidad para la adquisición de la ricina, pues como ya hemos hablado es terriblemente fácil conseguirla y hacer este tipo de cartas, por lo que los trabajadores de correos ya están avisados y protegidos. En definitiva, se han espabilado a la hora de evitar este veneno.

Vía | Wikipedia.

 

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