La risa es beneficiosa en todos los sentidos. Ya Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa. Se ha constatado que la risa mejora la calidad del sueño, es antiinflamatoria y analgésica, fortalece los pulmones y el corazón, rejuvenece la piel, reduce la presión arterial, refuerza el sistema inmunitario y mejora el estado de ánimo. Y la risa también mejora las relaciones interpersonales, y ayuda a crearlas y a fortalecerlas, según un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del University College London, en el Reino Unido, y publicado en la revista Human Nature.
Los científicos han concluido que, si quieres que alguien te ofrezca su confianza y se abra más, debes hacerle reír, porque compartir unas buenas risas predispone más a las personas a hablar a otros sobre algo personal sobre ellas mismas, sin siquiera ser necesariamente conscientes de que lo están haciendo.
El acto de abrirse y hablar más íntimamente a alguien es un paso esencial en la construcción de nuevas relaciones y la intensificación de los lazos sociales. Esta apertura puede ir de revelar cuestiones más sensibles, como compartir convicciones religiosas o temores personales, a contar algo más superficial, como nuestra comida favorita.
El papel de la risa en la confianza
Los investigadores han querido investigar el papel de la risa en todo este proceso de apertura Para ello, concentraron a 112 estudiantes de la Universidad de Oxford, que no se conocían entre sí, en grupos de cuatro. Todos los grupos visualizaron un video de 10 minutos juntos sin hablar entre ellos. Los videos diferían en la cantidad de risas que se pretendía provocar con ellos, así como en la cantidad de sentimientos positivos o emociones que suscitaban. Después se midieron los niveles de risa que habían provocado los videos y el estado emocional de los participantes después de su visionado. Además, cada miembro del grupo tuvo que escribir un mensaje a otro participante, con objeto de conocerse mejor.
Los participantes que habían reído más conjuntamente compartieron información significativamente más íntima que los grupos que habían visualizado vídeos más neutros. Los investigadores sugieren que esto no sólo se da por la experiencia positiva, sino a los cambios fisiológicos que se producen cuando se libera una buena carcajada: ésta provoca la liberación de la llamada endorfina, de otro modo denominada “hormona de la felicidad”.
Los resultados apoyan la idea de que la risa estimula a las personas a hacer revelaciones más íntimas ante extraños, así como está directamente relacionada con el fomento de comportamientos que favorecen el desarrollo de relaciones. Además, indican los científicos, la persona que revela la información rara vez es consciente de haberlo hecho, y tan sólo es el oyente el que se da cuenta de lo que ha sucedido.
Fuente | Springer