Hace unos días en Medciencia hablábamos a fondo de la técnica de la fractura hidráulica o “fracking” en nuestro artículo: “El Fracking, a fondo”.
La ONG Ecologistas en Acción ha publicado un artículo de gran interés denominado La ruina de la fractura hidráulica y en Medciencia hablaremos hoy de los puntos más interesantes.
El “fracking” que consiste en la realización de una perforación en el suelo, de entre 1.000 y 3.000 metros de profundidad hasta alcanzar el sustrato, que potencialmente, contiene gas en sus poros.
Tras esto, se realizan perforaciones horizontales para así el sustrato mediante la utilización de explosivos y la inyección a gran presión de un fluido de fractura compuesto por agua, arena y productos químicos, con los que se consigue la extracción del gas.
Los mitos del fracking
Alrededor de esta técnica, se han levantado un grupo de mitos que en muchas ocasiones son falsos.
Algunos de ellos son, que el fracking es la solución a la escasez de combustibles fósiles (no es una solución, es la continuación de la extracción de este tipo de combustibles), hasta que ayudan a mitigar el cambio climático (de nada valdrá paliar el cambio climático, si se destruye el medio ambiente y la salud humana de las poblaciones en las que se desarrolle).
Tal y como dice el informe de Ecologistas en Acción, el desarrollo de estas técnicas sólo se puede concebir como un intento a la desesperada de mantener el grifo de los hidrocarburos (petróleo y gas) abierto, aún con un coste económico, ecológico y social mucho más elevado que anteriormente.
¿Rentable energéticamente?
Para saber si una fuente de energía es rentable energéticamente (valga la redundancia) hablando, hay que utilizar la herramienta de la Tasa de Retorno Energético (TRE).
Esta tasa es la relación entre la energía obtenida del entorno y la energía invertida durante todo el proceso.
Cuanto mayor es este índice en una fuente, mayor es su rentabilidad energética, pues se consigue poner a disposición de la sociedad una cantidad mayor de energía para una inversión o gasto energético dado.
TRE de petróleo en Estados Unidos
En el país americano, la tasa de retorno energético del petróleo estaba en 100:1 en la década de 1930. Esto quiere decir que era 100 veces más rentable lo que se extraía económicamente en el petróleo, que lo que se invertía en los métodos para extraerlo.
Esa cifra bajó hasta 30:1 en 1970, y actualmente la TRE del petróleo a nivel mundial es de 20:1.
El descenso se debe a que siempre se comienzan a explotar los yacimientos de más fácil acceso, pero cuando éstos se agotan, hay que recurrir a aquellos de peor calidad (a mayor profundidad, con mayor cantidad de sustancias añadidas que hay que separar), invirtiendo más energía para obtener el producto final.
Viabilidad económica del fracking estadounidense
Montar una empresa teniendo que invertir 42.000 millones de dólares a cambio de obtener un beneficio de 32.500 millones, no parece un negocio muy rentable, ya que estaríamos en números rojos, debiendo 9.500 millones.
Estas cifras son las que presenta Estados Unidos en la explotación con fractura hidráulica en 2012. Recogieron menos de lo que invirtieron, con lo que no solo es un negocio ruinoso en la conservación del medio ambiente, sino también en la protección de la salud humana, en lo relativo a la rentabilidad energética y a la rentabilidad económica.
El extraño caso polaco
Polonia, es uno de los primeros países europeos que antes ha empezado a explorar la técnica del fracking, mientras que países como Francia han establecido una moratoria a la fracturación hidráulica.
Polonia actualmente depende enormemente del gas ruso (actualmente en un 70%), y con la situación actual socioeconómica, la independencia energética es una prioridad.
Lo que ocurre es que es complicado que esta promesa independentista se cumpla, ya que el gas que se obtiene mediante fracking en Polonia, está mezclado con nitrógeno hasta en un 50% de su totalidad.
Para que sea aprovechable, la proporción de nitrógeno no debería superar el 1%, con lo que se calcula que se tendría que invertir más energía en purificar el gas metano que se quiere obtener, de la que se obtiene quemándolo, con lo que su aprovechamiento energético y económico es mínimo.
¿Por qué el fracking no es la solución?
En la actualidad el TRE del petróleo es de 20:1, y viendo la rentabilidad económica y energética teórica del fracking es mínima, la fractura hidráulica no supone una solución a la crisis energética.
Es más negocio económico de unos pocos que alternativa a la crisis económica y medioambiental del planeta.
Sin ir muy lejos, en 2011, YPF, la filial de Repsol anunció el descubrimiento del que podía ser el mayor yacimiento petrolífero y de gas no convencional (extraído mediante fracking) de la historia, en Vaca Muerta, Argentina.
El día del anuncio Repsol subió un 6% en bolsa, mientras tanto, los expertos ponían en duda si los recursos anunciados eran explotables. Repsol quería vender rápidamente Vaca Muerta. Lamentablemente, como todos sabemos, el gozo de Repsol se quedó en el Pozo, porque YPF pasó a ser argentina.
Con los datos de extracción real, se ha demostrado que las estimaciones reales están sobrevaloradas entre un 100% y un 400%, con lo que las posibilidades de especulación por parte de inversores sin escrúpulos pueden estar a la orden del día.
Concluyendo la energía del futuro será renovable o no será.
Despedida
Antes de finalizar el artículo, quería dar las gracias a todo el equipo de Medciencia, dirigidos por Roberto Méndez y Paolo, editores de Medciencia, así como a todos los lectores de esta gran publicación online de ciencia, totalmente recomendable.
Este tiempo que he estado redactando en Medciencia ha sido una gran oportunidad, que por ahora tendré que abandondonar por varios proyectos en los que me encuentro, entre ellos uno de empresa con la base de unir ciencia y generación de empleo.
Sinceramente, espero y deseo que sea un hasta luego y no un adiós definitivo, ha sido un placer trabajar en Medciencia.
Fuente: Ecologistas en Acción
Imagen: Camas Digital