La tuberculosis sigue dando de qué hablar

 Mycobacterium_tuberculosis

Hace unos días fue el Día Mundial de la Tuberculosis y hoy vamos a repasar los datos sobre esta enfermedad que parece más de película que una realidad. Mas o menos todo tenemos la idea de que la tuberculosis es una enfermedad que fue un problema hace muchos años de la que puede que haya algún que otro caso al año, pero nada serio (al menos en el mundo occidental, claro).

Sin embargo, la realidad es otra. Para empezar, la tuberculosis sigue siendo un problema en los países en vías de desarrollo, pero como en los últimos años ha resurgido en los países occidentales es cuando ha saltado la alarma. Según datos de la OMS, la mortalidad mundial ha disminuido en más de un 40% desde 1990, y su incidencia está disminuyendo. Sin embargo, más del 95 % de las muertes por esta enfermedad tienen lugar en los países de ingresos bajos y medianos, para variar.

La tuberculosis es una enfermedad bacteriana infecciosa muy contagiosa, trasmitida por el aire y es una de las primeras enfermedades humanas de que las que se tiene constancia (se le atribuye una antigüedad de 15.000-20.000 años). El patógeno que la causa es Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch, primo hermano de Mycobacterium leprae, que os podéis imaginar qué enfermedad causa. Afecta al tejido pulmonar, al que va destruyendo, y se caracteriza por una tos crónica acompañada de esputo, sudores nocturnos, fiebre y pérdida drástica de peso. Pero tranquilos, hoy en día la enfermedad es prevenible y curable.

Desde principios de año, la revista médica The Lancet ha dedicado muchas de sus páginas a la tuberculosis. La abundancia de estudios sobre ella se debe a un aumento de los casos en países donde la patología estaba muy localizada. En Londres, por ejemplo, se ha observado una incidencia de 44 casos por 100.000 habitantes cuando se pensaba que estaba bajo control. La enfermedad se concentra en las grandes ciudades siendo la incidencia en el resto de Gran Bretaña muy baja.

En España pasa más o menos lo mismo que en Londres, el número anual de casos estimados desciende cada año pero existe una elevada incidencia en ciudades como Madrid y Barcelona. De acuerdo con los últimos datos publicados por la Red de Vigilancia Epidemiológica, en 2011 se notificaron 5.152 casos de tuberculosis respiratoria, situando esta enfermedad como la tercera de declaración obligatoria en incidencia, precedida por la gripe y la varicela. Sin embargo, teniendo en cuenta los casos no notificados, esta cifra podría ser superior y alcanzar los 12.000.

Lo que realmente preocupa es que sí, los casos anuales de tuberculosis disminuyen, pero aumentan los casos de tuberculosis multirresistente. Se necesita seguir investigando sobre nuevos fármacos contra esta bacteria ya que se trabaja con los mismos fármacos de hace 40 años y se necesitan nuevas vías de ataque contra la bacteria.

Por desgracia, aún no existe una vacuna contra la enfermedad ya que la infección se localiza en los macrófagos alveolares, unas células especialmente escurridizas para las defensas. Según palabras de Pere-Joan Cardona, experto en vacunas en la Unidad de Tuberculosis Experimental (UTE) del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol:

“Cada vez hay más evidencias de que, a no ser que esta célula tenga un mecanismo innato de destrucción del bacilo, ningún sistema inmunitario es capaz de encontrar un macrófago alveolar infectado. Por tanto, la inducción de una respuesta inmune profiláctica es imposible de generar”

Por último, una curiosidad. Otra forma de llamar a la tuberculosis es la tisis. A una persona que padece una delgadez extrema se dice que está tísica. La razón es porque otro de los síntomas de la tuberculosis es la gran pérdida de peso pero es un término que puede dar lugar a equívocos ya que una persona extremadamente delgada no tiene por qué estar enferma de tuberculosis.

 

Fuente: SINC, OMS

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