La Viagra podría ayudar en la lucha contra la obesidad

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Últimamente parece que la Viagra sea un multifuncional, similar a lo que ocurre con la Aspirina, pues de repente le están saliendo varios usos distintos al original (que es, en esencia, provocar y mantener la correcta erección del pene). Si hace unos meses os hablábamos del posible uso de la Viagra para evitar el jet-lag, tanto en hombres como en mujeres, ahora hablaremos de otro uso más añadido a estos dos, y es ni más ni menos que meterse en la lucha contra la obesidad.

Al menos eso es lo que afirma una investigación publicada en el Journal of the Federation of american Societies for Experimental Biology (FASEB), a cargo de un grupo de científicos de la Universidad de Bonn, en Alemania.

Dicho estudio se llevó a cabo en ratones, donde se demostró que esta sustancia (la Viagra o Sildenafil, en su nombre genérico) modifica las células de la grasa blanca. Por ello, los investigadores deducen que dicha sustancia podría “derretir la grasa de alrededor de la cintura”, aparte de contribuir a disminuir el riesgo de las complicaciones que se suelen asociar a la obesidad (enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares, enfermedades pulmonares…).

Como ya hemos comentado, la Viagra o Sildenafil se usa para provocar y mantener la erección del pene, realmente debería usarse para tratar la disfunción eréctil (aunque más de uno la usa solo “por si acaso” en las noches de pasión, mala idea, pues podemos acabar con una erección excesiva y dolorosa llamada priapismo). Esto lo consigue mediante la dilatación de los vasos sanguíneos del pene. Sin embargo, según los autores, parece que también proporciona cierta “resistencia” a la obesidad.

Pero, ¿cómo consigue la Viagra esta resistencia contra la obesidad? Pues “derritiendo” la grasa. Durante el estudio se administró esta sustancia a los roedores durante siete días, los cuales mostraron efectos “increíbles”, según la Dra. Ana Kilic, una de las autoras del estudio. El efecto era transformar las células de la grasa blanca, que derretían la grasa acumulada.

Y no solo eso, sino que la Viagra podría impedir la acumulación de los lípidos y que se produzca la liberación de hormonas causantes de la inflamación. Este proceso es el que causa el aumento del riesgo de sufrir enfermedades causadas por la propia obesidad.

Eso si, aquí no hay nada milagroso. Como dice el Dr. Pfeifer, responsable del estudio, la Viagra puede reducir el riesgo de sufrir diversas enfermedades a causa de la obesidad, pero no es una forma rápida de perder rápidamente los kilos de más, ni mucho menos.

Aunque yo me hago la siguiente pregunta: Si les administraron Viagra a los ratones durante 7 días, ¿acabaron desarrollando priapismo? Y, si se pretende llevar a cabo un estudio similar en humanos, ¿como evitarán el efecto secundario de la erección? 

Vía | EuropaPress.

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