Los psicópatas son seres que nos fascinan, ya no solo por ser tan diferentes al resto de nosotros sino porque no dejamos de verlos en todas las series policíacas de la televisión. En muchos casos lo que vemos son sujetos extremos, ya que no todos cometen crímenes violentos, sin embargo muchas veces nos hablan de como para ellos la violencia tiene un componente sexual, en muchos de los casos hay violaciones y torturas… Y ello te lleva a pensar ¿Cómo es la vida sexual de un psicopata realmente? Hoy os lo vamos a contar.
Los psicópatas…
Para empezar vamos a mencionar algunas de las características que componen a un psicópata, más que nada porque determinan muchas de las peculiaridades de su conducta sexual.
Los psicópatas carecen de empatía, esto quiere decir que no logran ponerse en el lugar de la otra persona y que no se preocupan por los sentimientos de los demás. Son personas egoístas que funcionan en base al beneficio que ellos obtienen de los demás. No tienen remordimientos y manipulan y utilizan a los demás para conseguir lo que quieren. Son egocéntricos e incapaces de amar ya que no pueden conectar emocionalmente con otras personas. Sus relaciones sociales son pobres, son incapaces de confiar o depender en otras personas. Hay que desbancar el mito de que todos sean asesinos, esto es falso. Por lo general se entiende que estas personas en parte “nacen” así, es decir la psicopatía posee un componente genético aunque se vea moldeada por acontecimientos vitales. Podéis consultar el artículo completo describiendo la psicopatía aquí.
Según el cuestionario de personalidad antisocial (Blackburn y Fawcett, 1999) los rasgos que definen a un psicópata son: Hostilidad, extraversión, auto-confianza, impulsividad, agresión y ansiedad (de débil a moderada).
La sexualidad del psicópata:
Para empezar con ellos el sexo nunca es una experiencia emocional mutua, solo es una vía para satisfacer una necesidad en la que la conexión nunca será duradera y en la que tus necesidades van a ser totalmente irrelevantes. Para ellos es un juego muy calculado y frío de cómo llevarte a la cama y frecuentemente lo hacen muy bien. Son profesionales en seducir (y manipular) a los demás dado que su único fin es conseguir de los demás lo que quieren, metiran y jugarán contigo sin ningún remordimiento hasta que obtengan la satisfacción de su necesidad. Su vida sexual suele ser poco sana dado que carece de matiz emocional y además no se respeta a la otra persona.
¿Qué les excita?
Se ven sexualmente motivados por el poder. Esto se puede entender de muchas maneras, por una parte, les excita tener el poder sobre la otra persona, gobernarla, conseguir que haga lo que ellos quieren. Cuando alguien les complace esto les proporciona poder. También proporciona poder ser el que complace a otro.
Y otra forma de verlo es que para ellos todo es un medio para un fin. Pueden tener una relación sexual increíble con una mujer si ven que a través de ello conseguirán que les de dinero o que esa persona haga lo que ellos quieren. El sexo puede ser utilizado como un medio para obtener un fin, de forma fría y calculadora pero siempre engañando bien a la otra parte.
De hecho los testimonios de personas que han estado con psicópatas es que son muy buenos en las artes amatorias, ¿Cómo es posible si les da igual el placer de la otra persona y no tienen ninguna conexión? Lo cierto es que los psicópatas han dominado el arte de la actuación, y es de este arte que obtienen sus beneficios, son perfectos en sus actuaciones de manera que los demás no ven venir sus intenciones. Perfeccionan las técnicas de manera que optimizan los resultados. Para ellos es motivo de orgullo ser tan buenos en engañar. Siempre cumplen con su papel, entienden muy bien que las imágenes, gestos y primeras impresiones marcan a los demás y les condicionaran en conseguir lo que quieren.
Dos ejemplos…
- El sujeto que busca vaciar la cuenta bancaria de una persona rica y vulnerable: tendrá tanto sexo (y del mejor) con esa persona como sea necesario hasta conseguir su objetivo.
- El psicópata que tiene una necesidad sexual fuerte: Puede buscar una persona (frecuentemente que consiente, ya hemos dicho que no todos son criminales) que vaya a satisfacer sus necesidades de forzar a otro en un sexo extremo y violento hasta que logre desahogar esa energía hostil que no está regulada. Haré el inciso de decir que hay personas que disfrutan y consienten a ser tratadas de forma vejatoria, agresiva o sadística en las relaciones sexuales. De igual forma hago el inciso de decir que no todos los que practican el sadismo de alguna forma son psicópatas.
La promiscuidad….
El psicopata frecuentemente es promiscuo. Sí llega a contraer matrimonio lo más habitual es un historial de relaciones maritales cortas. Ambos aspectos son síntomas de la lista de síntomas de los psicópatas que desarrolló Hare. Además estudios como el de Ali y Chamorro-Premuzic encontraron que la psicopatía estaba asociada positivamente con la promiscuidad y negativamente con el compromiso.
La promiscuidad no se basa en que ellos adoren el sexo, muchas veces es una forma de aumentar su ego, compensar rechazos de otros, obtener poder o combatir el aburrimiento que frecuentemente sienten. Además el sexo implica un acceso rápido a la intimidad de otra persona, volviendo a esa persona vulnerable. Volver a alguien vulnerable les permite tener mejor acceso si desean conseguir algo. Son muy buenos en identificar a las personas vulnerables, solas y emocionalmente dañadas, ya que son estas las que suelen obviar indicadores de peligro o no verlos por ser la necesidad tan fuerte que bloquea otros procesos.
¿Cómo reconozco al psicópata en un bar por ejemplo?
Por lo general eligen el momento y el sitio idóneo, la hora “feliz”, los días en los que acuden cierto tipo de personas más vulnerables, por ejemplo universitarios, mujeres casadas, etc… (Dependiendo del objetivo). Saben esperar a que el alcohol haga efecto y haga vulnerable a la persona antes de actuar. Tienen estrategias y son muy buenos en ir guiando a la persona hacia donde ellos quieren sin que el otro se dé cuenta.
Son personas aduladoras, con halagos excesivos hacía la víctima, parece que buscan la pena o simpatía de la otra persona, crean la sensación de que ambos comparten una profunda predestinada conexión desde el principio, suelen hacer preguntas demasiado personales desde el principio o demasiado pronto y así evalúan la debilidad del otro.
¿Qué características de la “víctima” les atraen?
Son expertos en buscar pistas sobre cómo son (cómo se encuentran) los demás. Buscarán signos que indiquen debilidad, depresión, soledad, ingenuidad. En estas situaciones frecuentemente ignoramos los pensamientos sobre el otro que nos dicen que no nos conviene o que hay algo raro en ellos. Por mal que estés debes escuchar a tu intuición, si algo te parece raro, demasiado directo, “demasiado bonito para ser verdad” o te hueles algo aunque no sepas el que, fíate de eso. En aspectos sexuales el instinto no suele equivocarse. Y el psicópata confía en que ignores esas sensaciones debido a tu malestar.
¿Qué ocurre después del sexo o cuando consiguen lo que quieren?
Muchas veces las víctimas se arrepienten de haber seguido más de lo que debían en la relación, de no haber sabido salir, pero este es parte del proceso que crea el psicópata, son muy buenos en estrategias que minan la auto-estima y la fuerza de la otra persona (aislarlos de la familia y amigos, menospreciarles continuamente…), ejerciendo una especie de lavado de cerebro para que el otro siga indefenso y sumiso. La víctima acaba dependiendo cada vez más del psicópata.
Cuando tienen lo que quieren de repente eres prescindible e innecesaria/o, la farsa se acaba, dejan de actuar y sale la psicopatía a la luz. El psicópata te deja, de forma rápida, fría, cruel y sin ningún tipo de segundo pensamiento al respecto. Es muy difícil recuperarse de eso pues tus sentimientos sí eran sinceros, pero frecuentemente ayuda saber que es la psicopatía y que factores psicológicos acarrea, entendiendo que la única necesidad emocional de un psicópata es satisfacer su ego y su grandiosa auto-imagen.
No conseguirás ninguna reflexion profunda de un psicópata, ni tan siquiera que reconozca tus emociones de alguna manera, y mucho menos que asuma algún tipo de responsabilidad o culpabilidad. Al fin y al cabo, ellos ven su estilo de vida como superior al del resto.
Fuente: Psychology Today.