De nuevo, esta semana cobra protagonismo la enfermedad de Alzheimer. Durante la conferencia del domingo pasado de la Asociación Internacional del Alzheimer, se hizo público la posibilidad de detectar esta enfermedad precozmente mediante unas técnicas muy innovadoras, aunque éstas todavía se encuentran en fases tempranas de desarrollo.
En este blog ya hemos hablado anteriormente del análisis de sangre que se podría utilizar para detectar el Alzheimer. Asimismo, ya comentamos en otra entrada que hoy por hoy la mejor medida posible para luchar contra el Alzheimer es su prevención. Siguiendo estos 7 consejos se ha demostrado que la incidencia de esta enfermedad disminuye de manera significativa.
Los científicos centran sus fuerzas en crear un test que ayude a detectar el Alzheimer cuando se encuentra en sus primeras etapas. Actualmente, el diagnóstico se realiza fundamentalmente usando un test de memoria y una serie de preguntas para conocer el estado cognitivo del paciente.
Se sabe además que la enfermedad comienza mucho antes de que aparezca los primeros síntomas. Por eso, se está tratando de buscar alguna señal que indique el comienzo de la enfermedad, y esta señal podría estar en los ojos y en el olfato.
Cabe destacar que, a día de hoy, aún no existe ningún tratamiento capaz de parar la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Una detección temprana podría ayudar a la realización de ensayos clínicos para comprobar qué tratamiento sería el responsable de detener esta progresión mortal.
Una vez que dicho tratamiento esté disponible en el mercado, la esperanza consistirá en identificar todas aquellas personas con un riesgo alto de padecer la enfermedad antes de que comiencen los síntomas cardinales.
El ojo como chivato para detectar el Alzheimer
La detección cerebral por imagen es demasiado cara y no se usa en la clínica. Sin embargo, se ha descubierto que las alteraciones que ocurren a nivel celular en el cerebro también se dan en el ojo, concretamente en la retina. Mediante pruebas de imagen no invasivas, se han encontrado placas de amiloide en la retina que están muy relacionadas con los resultados obtenidos por imagen en el cerebro.
Por otro lado, una empresa llamada Cognoptix Inc está desarrollando un método de detección precoz mediante el análisis del cristalino. Todavía queda mucho camino por recorrer para comprobar realmente si estas pruebas sustituirán a las que se utilizan actualmente en la clínica.
El olfato también se altera en la enfermedad de Alzheimer
El sentido del olfato es otra área de interés porque los centros olfatorios del cerebro son particularmente vulnerables al Alzheimer. Por ello, la capacidad de identificar los diferentes olores se altera en las etapas tempranas de la enfermedad.
Un estudio científico llevado acabo entre 2004 y 2006 con un total de 1.000 individuos que no padecían la enfermedad de Alzheimer demostró que, usando pruebas sencillas para detectar olores, una baja puntuación en ellas indica un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, incluso sin haber aún ninguna alteración cognitiva.
No obstante, los investigadores advierten que se necesitan más estudios para tener en cuenta otros factores que han podido influenciar en los resultados de estos tests. Aun así, estos datos son alentadores y nos enseñan una vez más que la ciencia sigue su curso.
Fuente: The Wall Street Journal