Ya empieza el Mundial, por lo que muchas de las miradas están puestas en los entrenadores de cada equipo, que cambios harán, a quienes pondrán de titular y quien, por lo contrario, será un espectador más desde el banquillo. No podemos aproximarnos al estudio de la psicología del fútbol sin hacer principal hincapié en la figura del entrenador y en como lleva la gestión de su grupo, los futbolistas son personas, y si se pretende sacar lo mejor de ellos, si proyectas que se trabaje en equipo y que el grupo tenga concordancia, tendrás que ser más que un entrenador, ser un gran líder y un gran gestor de grupos.
¿Cuales son las principales cualidades que ha de tener un entrenador de fútbol?
1. Capacidad para ganarse el respeto de los deportistas: Las correcciones se hacen en privado, nunca se habla de un error de uno de tus jugadores en público. Respetarles ante todo como personas.
2. Capacidad de comunicarse de una forma asertiva: Los gritos, la comunicación agresiva, etc, no ayudan al rendimiento del deportista. Se pierde credibilidad y no se fomenta una relación sana.
3. Confianza: Es importante ganarse la confianza y el respeto desde la gestión que se hace de los deportistas.
4. Conocimientos de la actividad: Cuanto más conoces la actividad que estás dirigiendo, más seguridad das a tus jugadores.
5. Honradez: Tanto en el deporte como en la vida, las personas honradas obtienen más beneficios positivos que negativos.
6. Predicar con el ejemplo: Si quieres que te respeten, respeta. Si quieres que tus jugadores no se rindan, sé tú el que jamás se rinda. Si quieres jugadores responsables, sé un entrenador responsable. Eres un modelo de conducta.
7. Saber escuchar: Es importante que quien lidera sepa escuchar todas la inquietudes de sus jugadores, que no son pocas.
8. Saber plantear metas: La elección de metas a corto plazo y metas realistas serán un punto de partida imprescindible y un gran aliado para trabajar la motivación.
9. Ser coherente: A los entrenadores se les respeta cuando son coherentes y cuanto más, mejor. Cuando transmiten los mensajes con claridad y son consecuentes con sus palabras.
10. Saber motivar: Plantéales objetivos que supongan un desafío e incúlcales que son capaces de conseguirlo.
”Cabeza, chavales, cabeza. Vamos a acabar esto. Concentración, chicos, concentración”. (Vicente del Bosque)