Es evidente que el mundo se mueve a razón de buscar una pareja con la que seamos compatibles. Y sino, que se lo pregunten a Mark Zuckenberg, creador de Facebook, ¿verdad? Si habéis visto la película “La Red Social“, basada en la historia de Facebook, sabréis que la idea original de Zuckenberg era, en esencia, crear una red social de Harvard donde fuera muy fácil saber si otra persona tenía o no pareja. Curioso, ¿no?
Hay muchos estudios que abalan las bondades de la vida en pareja y el matrimonio, como la buena salud cardiovascular, mayor longevidad para los hombres casados, mayor número de relaciones sexuales (si, existía el mito de que “los solteros tienen más relaciones sexuales”, pero se ha desmentido). Pero, por otro lado, también está la otra cara (mala) de las relaciones en pareja. Hoy os traigo algunos ejemplos de ambas cosas, de lo bueno, y también de lo malo.
1. Aumento de peso
La conocidísima “curva de la felicidad” que suele darse a partir de un emparejamiento o, incluso más, a partir del matrimonio. Se suele decir que esto se debe a que, al haber asentado una unión segura en pareja, nos “dejamos llevar”, pero la psicóloga Maryann Troiani opina que podría ser al contrario.
Según Troiani, si una pareja es feliz, puede motivarse mutuamente a permanecer saludable, acudir al gimnasio, o ponerse ciertas metas. Y que, en un caso contrario, cuando hay una situación conflictiva en la unión de pareja y con muchas insatisfacciones es cuando se cae en conductas alimentarias pasivo-agresivas y problemas del sueño. Todo eso es lo que llevaría, finalmente, al aumento de peso, según la psicóloga.
2. Elevar o disminuir los niveles de estrés
Aunque, por una parte, las relaciones sexuales en pareja tienden a reducir el estrés y aumentar el bienestar (como se encontró en un estudio de 2009 publicado en el Journal of Sexual Medicine), esto es solo uno de los aspectos de la relación. Pero hay más, que juegan en contra.
Si pensamos en los otros factores, fuera de la vida sexual, encontramos las discusiones de pareja, con los padres, por culpa del dinero, o cosas tan poco importantes como las tareas del hogar. Pequeñas “tonterías” que van sumandose y colaboran al aumento del estrés de cada miembro de la pareja.
3. Los niveles hormonales
Volvemos al tema sexual, pues es una práctica fisiológica que tiene muchas bondades para la salud. Según un estudio con 38 parejas del año 2004, a cargo de la Universidad de Carolina del Norte, los hombres y mujeres en pareja tienen unos niveles de oxitocina más elevados, una hormona relacionada con el alivio del estrés y la mejoría del estado del ánimo, que se suele liberar después de un abrazo por ejemplo. Además, las mujeres tenían una menor presión arterial y una disminución de los niveles del cortisol (la hormona del estrés).
4. Problemas del sueño
Por una parte, dormir en pareja ayuda a relajarte y a dormirse mejor y más rápido. A no ser que tengamos el problema de que nuestra pareja ronque o sufra de insomnio, en cuyo caso lo de dormir puede ser una auténtica tortura, ya sea por los ruidos o por los múltiples movimientos en busca del deseado sueño. Prueba de ello es una encuesta llevada a cabo en 2005 donde se encontraron personas más propensas a la fatiga diurna y el sueño irregular si su pareja sufría de insomnio (evidente, ¿no?)
Pero, por otra parte, los investigadores también han encontrado otra relación. Si existe inseguridad en la pareja o algún tipo de conflicto, se asocia a una peor calidad del sueño, cosa que ayuda a formar el circulo vicioso, pues los problemas del sueño agravan más el conflicto de pareja.
5. Ansiedad
Cuando hay problemas con nuestra pareja, se nota, y una de las cosas en las que se nota más es en los problemas de ansiedad. Llegando a casos extremos, se han llegado a diagnosticar problemas de trastorno de ansiedad generalizada o ansiedad social a causa de problemas con el matrimonio.
Pero, en la otra cara de la moneda, también existen investigaciones que sugieren que el matrimonio puede proteger contra la ansiedad, como un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud de 2010, donde participaron 35.000 personas de 15 paises. El resultado era claro: las parejas felizmente casadas eran menos propensas a la ansiedad u otros trastornos mentales.
6. Depresión
Enlazando con el caso anterior, la depresión y la ansiedad suelen darse muchas veces de forma simultanea, empeorando las cosas si se producen a la vez claro. Y, como en el caso anterior, hay dos puntos de vista.
Por un lado, existen estudios que afirman que las relaciones a largo plazo y el matrimonio pueden aliviar los síntomas de las personas que tienen antecedentes de depresión. Pero, por otro lado, las relaciones tensas también han demostrado aumentar increíblemente el riesgo de sufrir una depresión clínica, llegando incluso a aumentar seis veces el riesgo de depresión en mujeres, según un pequeño estudio, si el marido había sido infiel o si el matrimonio se rompe.
7. Consumo de alcohol
Aquí las dos caras de la moneda tienen una explicación, cuanto menos, peculiar. Por una parte, según un estudio con 600 parejas durante sus primeros cuatro años de matrimonio, se descubrió que si uno de los miembros de la pareja bebía mucho, el otro también tendía a beber de la misma forma (aunque no se especifica si es por “bebida social” o si la pareja tendía a beber para olvidar la realidad).
Por otra parte, pensando en la realidad que todos habremos visto alguna vez, los conflictos de pareja pueden conducir a la bebida. Las investigaciones sugieren que los hombres y mujeres tienden a beber más en respuesta a los problemas de relación. Cosa que, como sucede en el caso de los problemas del sueño, abre un nuevo círculo vicioso, pues la bebida agrava más los problemas que ya existían.
Vía | Fox News.