Cuando vemos un documental oceanográfico que nos relata los misterios de las profundidades marinas, quedamos sorprendidos por la variedad de formas de vida que se encuentran en esa zona oceánica tan poco conocida.
Aunque falta conocer más acerca de las formas de vida y ecosistemas asociados que habitan los fondos oceánicos, este conocimiento va a ser completado por un descubrimiento que relaciona el cambio climático y esta zona del planeta.
¿Fondos marinos y cambio climático?
En la revista Science se ha publicado por primera vez que el calentamiento global provoca una reducción de la concentración de oxígeno del fondo marino del Ártico Central, alterando sus ecosistemas y la productividad del océano.
A esta conclusión ha llegado un equipo de investigadores, dirigidos por el Alfred Wegener Institute (AWI, Alemania) con las investigadoras españolas Montserrat Roca y Viena Puigcorbé, de la Universidad Autónoma de Barcelona.
¿Cómo se está produciendo?
El calentamiento del planeta está provocando la reducción de la capa de hielo ártica, y este deshielo favorece que aumente el número poblacional de un tipo de algas (especie Melorisa artica) que crecen bajo la capa de hielo, dado que entra más luz a la zona donde viven.
Hay que destacar que este tipo de alga es la responsable de la mitad de la producción primaria de la zona partiendo del dióxido de carbono.
Las condiciones que hemos mencionado han permitido que se formen grandes cadenas de algas bajo el hielo del Ártico Central, cuando antes sólo estaban en zonas de costa.
Las cadenas de algas son tan pesadas que se desplazan al fondo del mar, a una profundidad superior a los 4.000 metros. En esta zona, las algas son un importante reclamo alimentario para estrellas y pepinos de mar que se alimentan de ellas.
Los restos de algas que quedan son metabolizados por bacterias, que terminan consumiendo el oxígeno del lecho marino durante el proceso de metabolismo bacteriano.
¿Hecho puntual o tendencia?
Para responder a esta pregunta, Antje Boetius, investigador líder del proyecto, informa que aunque se muestran satisfechos de las investigaciones, no saben si es un fenómeno puntual el que han observado durante el período estival del 2012 o si es una tendencia que va a continuar en los próximos años.
Es importante mencionar que en el verano pasado se alcanzó hasta la fecha el récord de mínimo espesor en el Ártico, y según las predicciones actuales de los modelos climáticos se asume que podría darse un verano sin hielo en esta zona en las próximas décadas.
Como afirma Boetius: “todavía no se entiende suficientemente bien cómo funciona el ecosistema ártico, su biodiversidad y productividad como para ser capaces de estimar las consecuencias de esta rápida disminución del hielo marino, por lo que es vital seguir estudiando los polos en el contexto climático actual”.
Puede que el problema del cambio climático en un contexto global solamente lo estemos viendo como un iceberg, del que sólo atisbamos la parte superior, pero puede que debajo de la superficie, encontremos que el cambio climático es algo mucho más serio y se está dando mucho más rápido de lo que nos imaginamos.
Imagen: CNN México