Estos días se está advirtiendo en todos los medios sobre el reciente mensaje por parte de la OMS sobre los antibióticos: Cada vez existen más resistencias por parte de las bacterias. De hecho esto no es nada raro, pues muchas veces se recetan antibióticos sin razón alguna, y en otras ocasiones la población general los usa como medio de automedicación para enfermedades que no los necesitan, como el resfriado común (que, recordemos, es ocasionado por virus y no bacterias, por lo que los antibióticos no sirven absolutamente para nada). Centrándonos en estas resistencias, se ha reportado un nuevo factor a tener en cuenta: Los grupos pequeños o solitarios de bacterias resisten mejor.
Las bacteria solitarias, más resistentes a la medicación
Según un estudio publicado esta misma semana en Nature Communications, y a cargo de los investigadores de la Universidad de Manchester, las mutaciones en bacterias (y en consecuencia, su resistencia a los antibióticos) son mucho más elevadas en aquellos grupos donde hay más bacterias o incluso si se encuentran solas. Al menos, así se ha detectado en la bacteria Escherichia coli, la estudiada en este trabajo. Aunque suene ilógico, los grandes grupos eran los que menos propensión tenían a la mutación. Curioso.
Según comenta el Dr. Chris Knight, autor principal del estudio:
“Lo que estábamos buscando era una conexión entre el medio ambiente y la capacidad bacteriana para desarrollar resistencia a los antibióticos. Hemos descubierto que la velocidad de mutación de E. coli depende de cuantos “amigos” tiene a su alrededor. Parece que los organismos más solitarios son más propensos a mutar”
Por lo que afirman los investigadores, este cambio en la tasa de mutación es controlado por una forma de comunicación social bacteriana llamada quorum sensing (según la distancia que hay entre bacterias, saben cuantos individuos hay en el grupo). Para este proceso se liberan una serie de moléculas de señalización que van detectando las bacterias entre si, las cuales ayudan a que estas entiendan su entorno y coordinen su comportamiento para mejorar su defensa y adaptación al ambiente y los nutrientes.
Si se reduce o aumenta el grupo de bacterias, las moléculas del quorum sensing son diferentes. Por otra parte, la tasa de mutación depende de los genes luxS, los cuales participan en la detección del quorum en una amplia gama de bacterias. De ahí extraemos la relación entre señalización bacteriana y mutación: A menos bacterias, diferentes molécula de comunicación, y más mutación.
El objetivo de estos investigadores ahora es poder controlar la señalización o comunicación bacteriana para controlar estas tasas de mutación y reducir así las resistencias a los antibióticos.
Vía | Wellcome.