Como ya sabréis, desde hace algunos años existen programas de prevención secundaria sistemática para el cáncer de mama. La prevención secundaria viene a significar que, encontrando la enfermedad con tiempo (en un estadio bajo, o menos grave), es más fácil curarla, y se realiza en enfermedades como el cáncer de mama, cáncer de colon u otras (próximamente puede que se aplique al cáncer de próstata). Sin embargo, aunque anteriormente se afirmaba que las mamografías desde los 50 a los 65 o 70 años (en España, desde donde os escribo) reducían la muerte por este tipo de cáncer, parece que estábamos equivocados.
Según un estudio de 25 años de duración, realizado en Canadá, las mamografías anuales en mujeres de mediana edad (entre los 40 y los 59 años) NO ayudan a reducir las muertes por cáncer de mama. Incluso se aventuran a afirmar que el examen físico es tan bueno como dichas mamografías para detectar esta enfermedad.
Esta investigación, donde participaron casi 90.000 mujeres de 40 a 59 años, intentó cuestionar si las mamografías sistémicas tenían la utilidad que siempre les hemos dado. Según los investigadores, murieron el mismo número de mujeres por cáncer de mama durante los 25 años del estudio, independientemente de que se sometieran a mamografías anuales o no.
Como ya hemos comentado al principio, el objetivo de las mamografías es detectar el cáncer de mama en etapas precoces, ya que así se podrían evitar más muertes por esta enfermedad (al menos alrededor de los 50 años, que era la teoría). Sin embargo, este estudio afirma que antes de los 60 años la mamografía rutinaría no tendría efecto alguno, al menos a nivel de mortalidad. Es más, también se afirma que la detección precoz no asegura la curación, y en otras ocasiones dicha curación puede darse incluso en la detección de la enfermedad en etapas más avanzadas.
Por otra parte, existe cierta controversia sobre si las mamografías tienen beneficios potenciales o si han dado lugar a un sobrediagnóstico y sobretratamiento (como también se ha dado en otro tipo de enfermedades como el TDAH).
Según este reciente estudio hasta el 22% de los cánceres de mama detectados mediante mamografías eran sobre diagnósticos, es decir, tumores que no causaban enfermedad sintomatológica, y cuya aparición no habría afectado a la esperanza de vida de las mujeres, por lo que un tratamiento dando por hecho que eran cánceres invasivos era innecesario.
De las 90.000 mujeres participantes, la mitad se realizaron mamografías anuales junto a exámenes físicos . La otra mitad solo recibió exámenes físicos, sin mamografía. Tras 20 años, 3.250 mujeres del grupo de las mamografías y 3133 del grupo control (sin mamografías) fueron diagnosticadas de cáncer de mama. Además, 500 mujeres del grupo de las mamografías y 505 del grupo control habían muerto por cáncer de mama. Además, hasta 424 mujeres sometidas a mamografías fueron diagnosticadas erróneamente de cáncer de mama.
Por su parte, los autores del estudio, publicado hace apenas dos días en el British Medical Journal, afirman que este tipo de cribado podía ser útil antes, cuando no disponíamos de los tratamientos modernos, pero actualmente su uso ya no es necesario.
Finalmente, aunque el estudio se realizó a mujeres de hasta 59 años, según los autores los resultados podrían ser aplicados también a mujeres de más edad.
Vía | British Medical Journal.