Actualmente se piensa que el único método de lenguaje que tenemos los humanos son las palabras (lenguaje verbal) o los signos y símbolos (lenguaje no verbal), pero puede que esto no sea tan simple y haya algo más, un tipo de comunicación que todavía hoy no conocemos con claridad pero que ya se ha investigado en otros campos de la ciencia como la atracción entre dos individuos: el olor.
Según unos experimentos realizados por investigadores británicos, el olor de la transpiración de los hombres, mientras éstos sienten miedo o asco, es suficiente para desencadenar una emoción similar en las mujeres que lo huelen. En este caso se expuso a las mujeres a sudor emitido por hombres, embotellado, producido a partir de la visión de películas de suspense como “El Resplandor”. Tras esto, las mujeres mostraron signos físicos de tener miedo, como la expresión facial temerosa, y modificando sus movimientos de ojos y su respiración.
Por otra parte, también se les expuso al olor de la transpiración de hombres que habían visto el programa “Jackass”, un programa de acrobacias que les revolvió el estómago, y este olor consiguió modificar la expresión facial de las mujeres tornándose en disgusto, junto a otros signos emocionales de asco, como la reducción del movimiento de ojos y de su respiración.
Cabe destacar que las mujeres no eran conscientes de estar expuestas a tales olores. Por tanto, según los científicos responsables de este estudio, algunas emociones podrían ser contagiosas, y podrían detectarse mediante señales químicas. la hipótesis que manejan es que este sistema ha evolucionado como una forma inconsciente de comunicación, donde el miedo podría propagarse entre las personas para advertirles del peligro inminente; y por su parte el disgusto podría ser compartido para comunicar los riesgos de productos químicos tóxicos.
Según comenta el Dr. Gün Semin, de la Universidad de Utrecht, y responsable de este estudio:
“Estos resultados son importantes porque contradicen la suposición común de que la comunicación humana se produce exclusivamente a través del lenguaje y señales visuales. Es importante destacar que las mujeres no eran conscientes de estos efectos y no había ninguna relación entre los efectos observados y la intensidad con la que las mujeres juzgaron estos estímulos. Estos hallazgos podrían explicar el “contagio emocional” que se puede observar en la transmisión entre las grandes cantidades de gente”
En un futuro se plantean estudiar otras emociones como la felicidad o la ira, menos relacionadas con la supervivencia, pero que son igualmente contagiosas.
Así pues, podemos añadir este tipo de lenguaje, mediante las sustancias químicas a través del olor, a los ya conocidos sobre las feromonas y la atracción, aunque en el caso de hoy hablamos más de contagio que de simple comunicación. Esperemos que sigan avanzando en este campo para saber a ciencia cierta cómo funciona este tipo de “comunicación no verbal”.
Vía: The Telegraph.