Muchas veces, las madres primerizas están constantemente preocupadas por su bebé y van una y otra vez a comprobar si éste todavía respira. O puede que se preocupen excesivamente por los gérmenes, obsesionadas acerca de si están esterilizando apropiadamente los biberones, y entonces los lavan una y otra vez, casi de forma compulsiva.
Las obsesiones son pensamientos o imágenes no deseadas y repetidas que crean ansiedad y la compulsión es la respuesta a estos pensamientos obsesivos, un comportamiento ritual que alivia temporalmente esa ansiedad, pero que no puede prevenir racionalmente que la obsesión vuelva a darse.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) puede ser desencadenado por el estrés, por lo tanto, situaciones estresantes como lo son el embarazo y el periodo post-parto, bien pueden exacerbarlo o predisponer a las mujeres a un mayor riesgo de sufrir este trastorno.
Un nuevo estudio demuestra que las madres que han dado a luz recientemente tienen un riesgo mucho más alto de desarrollar síntomas obsesivo-compulsivos, en comparación con la población general.
Estos síntomas, incluyendo el miedo a herir al bebé y la preocupación por los germenes, normalmente son temporales y puede que sean el resultado de cambios hormonales o que se trate de una respuesta adaptativa para cuidar del bebé. Pero, eso sí, si estas compulsiones interfieren con la funcionalidad de la madre en su día a día, están indicando un trastorno psicológico.
” Puede que ciertos tipos de obsesiones y compulsions sean adaptativas y apropiadas, por ejemplo las relacioadas con la limpieza y la hygiene” dijo It may be that certain kinds of obsessions and compulsions are adaptive and appropriate for a new parent, for example those about cleanliness and hygiene,” dijo Dana Gossett, autora principal del estudio, directora y profesora asociada de obstetricia y ginecología en la Universidad Northwestern Feinberg School of Medicine y médico del Hospital Northwestern Memorial “Pero cuando estos comportamientos interfieren con la funcionalidad del día a día y el cuidado apropiado del bebé, se convierte en un un comportamiento desadaptativo y patológico”
En el estudio se ve que el 11% de las mujeres que se encuentran entre las 2 semanas y los 6 meses post-parto experimentan síntomas obsesivo-compulsivos significativos. En la población general esto solo ocurre en el 2-3%.
Los pensamientos que reportaron con más frecuencia las mujeres que participaron en el estudio tenían que ver con la suciedad o los gérmenes, seguidos por las compulsiones de comprobar que no habían “cometido un error”. Pero algunas refirieron pensamientos intrusivos de que ellas le harían daño al bebé.
Las participantes de la investigación fueron reclutadas durante su hospitalización tras el parto en el Northwestern Memorial y completaron un test de cribaje para ansiedad, depresión y TOC 2 semanas y 6 meses después de volver a casa del hospital.
Alrededor de un 50% de las mujeres refirieron una mejoría en sus síntomas aproximadamente 6 meses tras el parto, pero en este punto, también hubo mujeres que desarrollaron nuevos síntomas que no habían tenido a las 2 semanas del parto.
” Si esos síntomas se desarrollan tan tarde tras el parto, es menos probable que sean hormonales o adaptativos” dijo Gosset ” El riesgo de trastornos psicológicos persiste hasta un año tras el parto”
Por otro lado, cerca del 70% de las mujeres que realizaron un test de cribaje positivo para síntomas obsesivo-compulsivos también realizaron un test positivo para depresión. Esa superposición y el subconjunto único de las obsesiones y compulsions pueden estar indicando que el TOC post-parto representa una patología mental distinta que no está correctamente descrita o clasificada.
“Existe cierto debate sobre si la depresión posparto es simplemente un episodio depresivo grave que ocurre después del nacimiento o es una enfermedad por sí sola, con sus características propias “, dijo Miller.” Nuestro estudio apoya la idea de que puede ser una enfermedad por si sola, con más síntomas de ansiedad y síntomas obsesivo-compulsivos de los que serían típicos de un episodio depresivo mayor”
Ahora queda determinar, con estudios posteriores, cuáles de estos comportamientos son normales y cuáles son patológicos.
Fuentes: Medical News Today