Cuando pensamos en cómo el ser humano ha usado la naturaleza para su propio beneficio, casi nunca se habla de los perros. Los perros son un producto humano, creado por la selección genética y el cruce selectivo de sus individuos. Durante miles de años llevamos emparejando perros con características determinadas hasta crear las diferentes razas de perro actuales, desde perros pequeños y amigables para que nos hagan compañía hasta perros grandes y agresivos que nos den protección. Todas estas razas surgen de un único animal: el lobo. Actualmente algunos grupos de investigación dedican su esfuerzo en averiguar cuándo y dónde surgió esta relación especial entre perros y humanos.
Las primeras predicciones del origen de los perros provienen de diferentes fósiles similares a un perro hallados principalmente en Europa y Siberia. Algunos de estos fósiles tienen más de 30.000 años de antigüedad, por lo que nuestros antepasados más primitivos ya tenían perros a su disposición.
Estos datos concuerdan con un estudio genético publicado recientemente en Science. En el estudio un equipo de genetistas de la Universidad de Turku (Finlandia) ha reunido muestras de ADN mitocondrial de más de 140 razas actuales de perro y lobo, y se compararon con muestras extraídas de fósiles caninos de 1.000 a 36.000 años de antigüedad.
Hay que tener en cuenta que el ADN de una especie cambia con el tiempo a cierta velocidad. Al conocer la edad de los fósiles y cuanto ha cambiado su ADN, se puede calcular la velocidad del cambio genético en los perros. Con este dato podemos comparar el ADN de los perros y lobos actuales y deducir hace cuánto tiempo este ADN empezó a cambiar. Este mismo sistema es muy usado en otras ramas de la ciencia evolutiva, incluso en el lenguaje. (Ver Palabras que no han cambiado desde la Edad de Hielo).
En el estudio concluyen que todas las razas de perro estudiadas (desde el Dingo australiano hasta cierto perro de caza africano llamado Basenji), comparten raíces evolutivas con los antiguos perros y lobos europeos. El perro original del cual provendría la mayoría de los perros modernos habría vivido en Europa hace entre 18.000 a 32.1000 años.
El estudio contiene algunos cabos sueltos. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que el paso de lobo a perro no es una evolución natural sino inducida por nosotros. Algunos investigadores piensan que el ser humano ha podido domesticar lobos y cruzar perros en diferentes momentos de la historia partiendo de cero en cada ocasión. Si esto fuera asi, se explicarían problemas hallados en el estudio, como algunos fósiles de perros que no encajan exactamente en relación a su antigüedad y sus cambios en el ADN. Además, en el estudio se han ignorado las razas de perros y los fósiles caninos hallados en Asia y América, que pueden tener otro camino evolutivo diferente.
Si encontramos más rastros de ADN antiguo, quizá algún día podamos tener la imagen completa de la domesticación de los perros y ver como nuestra especie ha aprendido a cruzar razas y a controlar su genética desde sus comienzos.
Fuente | Nature News
Imagen | Los orígenes del hombre