Mucha gente se pregunta para qué sirve la Estación Espacial Internacional y qué aplicaciones prácticas tiene la exploración espacial o la astronomía. Son preguntas muy frecuentes que se suelen escuchar muy a menudo, sobre todo cuando se anuncia el presupuesto de algún proyecto en concreto relacionado con ese campo. “Ir a Marte cuando aquí hay niños que se mueren de hambre” o “buscar agua en Marte cuando todavía hay gente que no tiene acceso al agua potable” son otros argumentos muy típicos que se enarbolan con demasiada frecuencia.
Podríamos acudir a los mismos argumentos para criticar cualquier otra investigación, sea del tipo que sea, poniendo siempre la siguiente coletilla: “y mientras tanto hay gente muriéndose de hambre”. ¡Ojo!, no trato de ridiculizar este último tema, pues se trata de un enorme problema que requiere debates muy complejos y una gran concienciación por nuestra parte para encontrar una solución, pero no es lícito hacer ese tipo de comparaciones que comentaba al principio como ahora veremos.
Todas esas ideas tienen algo en común: el desconocer el impacto que ha tenido esas ramas de la ciencia en la sociedad. La astronomía y la exploración espacial velan por el progreso de la humanidad con avances que han revolucionado por completo nuestro día a día. Se pueden poner multitud de ejemplos para ilustrar por qué es muy necesaria la inversión en proyectos espaciales, pero me voy a centrar en los que son más fáciles de entender: los referidos al campo de la medicina.
1. Importantes avances en TC y RM
Poca gente conoce que los médicos utilizan pruebas diagnósticas que se fundamentan en avances de la astronomía y exploración espacial. Seguro que os suena lo que es un TC (tomografía computarizada) o una IRM (imagen por resonancia magnética). Estas pruebas se utilizan a diario en la práctica médica y aplican unos procesamientos de imagen que fueron desarrollados en un principio para obtener mejores imágenes de los telescopios.
Asimismo, durante la década de los 60, en plena carrera espacial, era crucial obtener imágenes detalladas de cada una de las partes de las naves espaciales con el objetivo de detectar cualquier imperfección que pudiera hacer peligrar la misión. Todo esto contribuyó a mejorar la tecnología que hay detrás del TC y de la RM.
2. Prótesis artificiales de calidad
Por otro lado, también cabe destacar que las prótesis artificiales modernas utilizan materiales que fueron creadas específicamente para aumentar la seguridad de los astronautas, así como mejorar la duración y el funcionamiento de los vehículos espaciales. Los exigentes requerimientos de las misiones especiales hacen llevar la investigación en materiales y dispositivos al límite del conocimiento.
Después, los nuevos materiales se han introducido a lo largo del tiempo en numerosos aspectos de nuestras vidas sin ser conscientes de ello (daría para un artículo completo y bien extenso). En medicina, y en el caso que nos ocupa, estos avances han conllevado la creación de prótesis artificiales de mejor calidad, lo cual ha supuesto un gran progreso en este campo de investigación.
3. Desarrollo de nuevos fármacos
Tampoco nos tenemos que olvidar de los experimentos médicos que se realizan en la Estación Espacial Internacional que ayudan a estudiar mejor el cuerpo humano. Además, los científicos aprovechan la ingravidez para analizar la estructura de ciertas moléculas que sería imposible estudiar en la Tierra por culpa de la gravedad. Con ello, podemos comprobar las estructuras y otras propiedades interesantes de algunas proteínas que juegan un papel importante en diversas enfermedades para descubrir mejores tratamientos.
Los astronautas que están en la Estación Espacial Internacional realizan allí los experimentos siguiendo las instrucciones que son proporcionadas desde la Tierra. De esta manera, se ha conseguido hallar nuevos abordajes a enfermedades como la distrofia muscular de Duchenne, un grave trastorno hereditario que implica debilidad muscular que empeora rápidamente, o la enfermedad de Alzheimer, cuyo experimento se está realizando en estos momentos en la Estación Espacial.
De hecho, próximamente dará comienzo el primer ensayo clínico en humanos de un medicamento contra la distrofia muscular de Duchenne que se ha desarrollado gracias a los experimentos llevados a cabo en la Estación Espacial, demostrando una vez más cómo la medicina es capaz de alimentarse de los avances espaciales.
4. Contribución en la lucha contra el cáncer de mama
Hay una curiosa relación muy desconocida en general entre el telescopio espacial Hubble y el cáncer de mama. El 1990 se lanzó al espacio una de la mayores obras de ingeniería de la historia, el telescopio Hubble; no obstante, los astrónomos pronto se dieron cuenta de que había un problema en el espejo principal del telescopio que provocaba que éste captara imágenes borrosas.
Para solucionar el problema temporalmente hasta que se realizaran las reparaciones oportunas con los míticos transbordadores espaciales, los astrofísicos hallaron un algoritmo de procesamiento de imagen que consiguió paliar el defecto del telescopio. Posteriormente, el Dr. Snavely se percató de que ese algoritmo podía servir para detectar microcalcificaciones en mamografías, mejorando drásticamente la detección precoz del cáncer de mama.
Todos estos avances han permitido salvar una gran cantidad de vidas de manera indirecta y mejorar la calidad de vida de muchas personas. Por tanto, cuestionar el presupuesto dirigido a estos fines no tiene sentido una vez que conocemos los datos, aparte de que habría que matizar el concepto de “caro” como ya bien comentamos en el artículo “¿Realmente son tan caras las misiones espaciales?“.
En definitiva, el dinero dirigido a la astronomía y exploración espacial no es parte del problema del hambre ni de la pobreza que hay en el mundo como algunos sugieren, sino otro enfoque más a tener en cuenta para combatir estos problemas.
Más información: NASA