Ahora en verano tenemos más tiempo libre, y las inoportunas visitas al frigorífico aumentan. Nos entra el gusanillo a todas horas, y picar no parece ser un problema. Sin embargo, ahora más que nunca queremos mantener una figura y un estilo de vida saludable. Por ello en Medciencia, vamos a recomendaros 5 hábitos que os ayudarán a paliar las ganas de comer entre horas.
1. Haz que sudar sea divertido
En más de una ocasión habréis vuelto de realizar actividad física y habréis arrasado con la nevera. Acabáis consumiendo más calorías de las que habéis quemado, y para romper este ciclo, la estrategia consiste en hacer esta actividad física por diversión.
En un estudio reciente de la Universidad de Cornell, los investigadores encargaron a dos grupos de adultos caminar 2 kilómetros antes del almuerzo o el snack. A los que se les pidió que lo realizaran por mera diversión, consumieron un 35% menos del postre y un 124% menos del snack.
Todos los estudios apuntan a que realizar actividades como bailar, nadar, o incluso patinar, ayudan a posicionarte en un estado mental en el que consumes menos alimentos.
2. Duerme lo suficiente
Podemos resultar pesados con esto en Medciencia, pero no dormir lo suficiente nos puede ocasionar severos daños en el organismo.
No dormir no solo aumenta gradualmente el hambre, sino que además nos incita a recurrir a la comida basura. Un estudio del Medical Center de la Universidad del Sudoeste de Texas, encontró que dormir más nos ayudaba reduciendo el consumo de grasas y carbohidratos, lo que lleva a la pérdida de peso. Pero ojo, dormir mucho tampoco es saludable, tenemos que alcanzar un equilibrio.
3. Bebe más agua
Beber al menos dos litros de agua al día es importantísimo. Los investigadores han descubierto que existe una relación entre la incorporación de agua en el cuerpo y la disminución del apetito. Un estudio demostró que las personas que bebían al menos 7 vasos de agua al día consumían alrededor de 200 calorías menos al día que aquellos que tomaban menos de un vaso.
Si eres de esas personas que solo bebe agua por necesidad, exprimir unas gotas de limón, añadirle menta, o simplemente pepino, puede ayudarte a mejorar este hábito.
4. Respeta el horario
Puede ser con diferencia el punto más difícil, porque cuándo algo nos entra por la cabeza no dudamos ni un momento en que no es la hora para tomarlo. A nuestro cuerpo le gusta la constancia, y comer en un horario constante a lo largo de los días ayuda a nuestro organismo a controlar el apetito.
La clave está en tomar el desayuno alrededor de una hora después de despertarte, y las demás comidas en un periodo de 3 a 5 horas entre cada una de ellas.
5. Aprende a controlar el estrés
Un estudio reciente en animales demostró que las hembras de los monos que estaban expuestas a un estrés continuo comían más durante el día y la tarde, mientras que los chimpancés libres de estrés comían durante un horario fijo.
Meditar, dibujar, leer, y demás actividades que te ayudan a relajarte y encontrarte un poco más, pueden llegar a ser más útiles que las dietas.
Fuente | FoxNews