Como hemos comentado muchas veces, aunque el alcohol no mata neuronas, si las daña, y además también puede ser un componente importante que desencadena enfermedades del hígado, el riñón, el corazón, o determinados tipos de cáncer. Pero, por si esto fuera poco, también tiene diferentes efectos a nivel cerebral, y uno de ellos es que los alcohólicos de tipo crónico llegan a dañar tanto su cerebro que acaban por tener dificultades para entender la ironía.
Si lleváis tiempo leyendo MedCiencia, recordaréis aquel artículo del Síndrome de Asperger, donde el individuo que lo parece no comprende las ironías ni las metáforas. Bueno, pues en los alcohólicos crónicos parece que sucede algo así, ya que estos tienen dificultades para sentir empatía (ponerse en el lugar del otro) o para reconocer las emociones implícitas de la ironía, según una publicación que saldrá el próximo febrero en Alcoholism: Clinical & Experimental Research.
Esto sucede porque el alcohol afecta bastante a la zona de la corteza prefrontal, una área cerebral donde se procesa el comportamiento y que desempeña un papel importante en la comprensión del humor, según indican los investigadores.
Como dice Simona Amenta, investigadora postdoctoral en la Universidad de Milano-Bicocca, profesora de la Universidad Católica de Milán (Italia) y autora principal del estudio:
“El abuso crónico del alcohol parece tener efectos sobre la percepción y decodificación de las expresiones emocionales. Se ha asociado con una mayor frecuencia de alexitimia (déficit en el reconocimiento de emociones y la verbalización), dando lugar a dificultades para distinguir y comprender los estados emocionales de las personas y usar la información emocional para planificar actos sociales e interactivos”
Concretamente en este estudio, se analizaron 44 hombres (22 alcohólicos y 22 no-alcohólicos o “controles”) y se les mandó leer cuentos con una ironía o con una conclusión no irónica, para luego hacerles rellenar una serie de cuestiones sobre las intenciones comunicativas y emocionales de cada uno de los personajes de las historias. Además, se evaluó la ironía a través de un cuestionario en relación con un cociente de empatía medido previamente, en una fase preexperimental.
Las conclusiones fueron las siguientes:
“Pudimos observar que una debilitada capacidad emocional y empática afectó a la manera en la que los alcohólicos entendieron los contenidos lingüísticos. Además, vimos un deterioro en su comprensión de las posturas irónicas”
Por ello, esta investigadora avisa de que la capacidad de reconocimiento de señales emocionales y sociales en la expresión facial de los demás esta bastante afectada en los individuos alcohólicos. Concretamente, comenta que la capacidad empática es psicológicamente más compleja que la empatía, donde se necesita observación y reconocimiento de señales emocionales, expresiones o forma de hablar de los demás.
Por ejemplo, en el humor, existen dos componentes, uno cognitivo (se ocupa de la comprensión del humor) y otro afectivo (se ocupa de poder apreciar las bromas), y los alcohólicos tienen afectados ambos componentes. Por si no había suficiente con la afectación física y orgánica que provoca el alcohol por exceso de su consumo, además, su consumo crónico nos puede dejar sin medios para valorar el humor. Un factor más para tener cuidado con esta sustancia.
Vía: EuropaPress.