Aunque no soy muy amante de los bebés (nunca se me ocurriría acabar siendo pediatra, ni loco), la realidad es que hay momentos en los que si que piensas “qué monada” o “qué gracioso”. Eso si, desde mi punto de vista son más graciosos cada uno con sus respectivos padres, yo aún no me veo capacitado para aguantar y criar tales critaturas… Pero eso no quita que tengan sus cosas curiosas, como el día que os conté cómo se desarrolla un bebé dentro del útero materno (con vídeo incluido), o como aquel día en el que os expliqué por qué lloran los bebés, según las investigaciones. Hoy nos centraremos en esto último, pues parece que ya practicamos como llorar sin haber llegado a nacer, dentro del útero de nuestra madre.
Según un estudio llevado a cabo en conjunto por las universidades de durham y Lancaster (Inglaterra), los bebés ya “practican” diferentes expresiones faciales de dolor cuando aún se encuentran resguardados en el útero de su madre. Según estos investigadores, es probable que el feto esté “aprendiendo” como comunicarse cuando le toque nacer, y por ello “practica” muecas, muestras de dolor o expresiones faciales que, una vez nazca, se convertiran en lo que conocemos como llanto.
Para el estudio se usó un escáner de ultrasonido (ecografías de alta resolución, en 4D) y se pudo ver como estos movimientos van desarrollándose durante el embarazo: desde una simple sonrisa hasta aprender a fruncir el ceño en señal de desacuerdo.
Para la directora de la investigación, Nadja Reissland, entender cómo se comportan los bebés ya desde el útero materno podría ayudar mucho a los profesionales sanitarios para identificar problemas posteriores:
“Todavía no está muy claro si los fetos pueden sentir dolor, y nosotros no sabemos si esas expresiones faciales se relacionan con cómo se sienten”
“Es vital para los bebés poder mostrar dolor tan pronto como nacen, de manera tal que puedan comunicar cualquier aflicción o dolor que puedan sentir a sus cuidadores”
Os dejo unas cuantas imágenes sobre estas expresiones a lo largo del post. Intentad no soltar muchos “ohhh” como hacían mis compañeras de clase cuando estudiamos embriología humana…
Vía | BBC