Mientras comprobaba los precios y tallas de unas cuantas prendas de ropa en un centro comercial próximo a mi domicilio, vi con agrado que además de los datos que buscaba, aparecía el sello FSC. Este certificado, garantiza una explotación sostenible de los recursos madereros.
En ocasiones, se habla de sostenibilidad como una muletilla dentro del ámbito de la protección ambiental, por ejemplo, oímos hablar de que este procedimiento es sostenible, este determinado producto es sostenible, etc. En este artículo entraremos un poco en detalle sobre lo qué es exactamente la sostenibilidad.
Desarrollo sostenible, ¿qué es eso?
El informe Nuestro Futuro Común (también conocido como el informe Brundtland) define el desarrollo sostenible como el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades.
En otras palabras, las necesidades del presente están cubiertas, sin hipotecar el futuro de generaciones posteriores a la nuestra, para que sus necesidades en el futuro también estén cubiertas.
Para que un proceso sea sostenible (ambientalmente hablando), la tasa de regeneración, mantenimiento o restauración de un ecosistema, debe ser igual o exceder (con el paso del tiempo), a la tasa de cosecha, consumo o degradación. El objetivo no es sólo el equilibrio, que se igualan la producción y el consumo, sino que es la optimización, que haya mayor producción que consumo.
¿Quién otorga la certificación FSC y qué garantiza dicho sello?
Forest Stewardship Council (Consejo para la Administración de los Bosques) es el organismo, que otorga esta prestigiosa certificación. Para que se otorgue el certificado FSC, es necesario cumplir con 10 principios y criterios, que fueron revisados en febrero de este año.
Si vemos el sello FSC en algún producto, podemos estar tranquilos, ya que nos garantiza que el producto que estamos adquiriendo tiene su origen en bosques bien gestionados que proporcionan beneficios ambientales, sociales y económicos.
Hay que mencionar que la etiqueta FSC no es exclusiva de un determinado grupo de personas, sino que propietarios y administradores de bosques pueden aspirar a tener dicha etiqueta. Así, demuestran que están gestionando sus bosques de una manera responsable.
¿Hay avances en España en certificación FSC?
Sí, los hay, una muestra es que el FSC Friday 2012 que es la celebración anual del manejo forestal responsable, se celebró en septiembre, en nuestro país, en Cáceres concretamente.
España cuenta con una superficie de 40.000 hectáreas, dedicada a la producción de corcho certificada con el sello de FSC. Esto supone un 25% del área total certificada FSC en nuestra nación.
Coca Cola empleó alrededor de 500 toneladas de papel FSC para etiquetar sus bebidas de Aquabona y Coca-Cola en el año 2011. Esto supuso gestionar de forma responsable una superficie aproximada de 180 hectáreas de plantaciones forestales.
Tetra Pak Iberia tiene previsto cerrar el 2012 con unas ventas de 2.200 millones de envases certificados con el sello FSC, lo que representa el 29% de su producción de envases. Esta empresa, además ha indicado que la producción de este tipo de envases en todo el mundo asciende a 20.000 millones de unidades y que entre sus objetivos medioambientales figura aumentar hasta el 100% la utilización de cartón certificado por FSC en sus productos en el año 2020.
Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España, asegura: “el efecto que tienen estas políticas de compra responsable sobre el estado de los bosques es directo. Las grandes empresas que se comprometen con el consumo de productos FSC están contribuyendo con sus potentes sinergias a cambiar el modelo de gestión forestal en todo el mundo. Por esa razón, animamos a otras compañías a que establezcan como prioridad la incorporación de estas medidas”.
Los ejemplos anteriores nos muestran una vez más, que si se quiere, se puede, todo radica en decisiones individuales y valientes en pro del cuidado y respeto del medio ambiente, con el fin de hacer de este mundo, uno sostenible.
Fuentes: Informe Brundtland, FSC Spain y WWF España
Imagen: Eroski