El tabaco, junto a la obesidad, siempre me ha parecido una de las grandes epidemias de nuestra época. Es más, hace poco leí un interesante artículo donde se comentaba el cambio que estamos viviendo: antes fumar “molaba”, pero ahora lo que “mola” es beber, el alcohol es el nuevo rey de las drogas legales, y casi todas las series de la actualidad se hacen eco de esto (podéis leerlo aquí: Así te convencieron de que fumar molaba y así te convencen ahora de que beber mola).
Pero, volviendo al tabaco que es el tema de hoy, aparte de los conocidos malos efectos como son mal aliento, dientes amarillentos y los temidos y variados cánceres que puede provocar, hay algo más. El tabaco provoca problemas del sueño (menor número de horas de descanso y un sueño menos reparador que los no fumadores).
Esto es lo que afirma un estudio reciente publicado en la revista Addiction Biology y realizado por investigadores de Alemania a base de encuestas a 1.071 fumadores y 1.243 no fumadores:
- De entre los fumadores, el 17% duerme menos de seis horas cada noche, y el 28% tiene una calidad del sueño “perturbada”.
- Por otro lado, en los no fumadores las cifras son del 7% para los que duermen menos de seis horas y del 19% para los que tienen una pobre calidad del sueño.
Eso sí, el Dr. Stefan Cohrs, de la Escuela de Medicina Charite de Berlín, en Alemania, e investigador principal de este estudio, quiere dejar claro que con estos resultados de encuestas no se puede probar que fumar perjudica directamente el sueño, ya que los fumadores pueden tener otro tipo de hábitos (quedarse viendo la tele hasta tarde, hacer poco ejercicio, etc). Pero, por otro lado, hay razones para pensar que si es así, gracias a los efectos estimulantes de la nicotina por ejemplo. Además, Cohrs también comenta que muchos que han dejado este mal hábito han visto mejorada su calidad del sueño:
“Si usted fuma y sufre problemas de sueño, es otra buena razón para dejar de fumar”
Además, no solo habla de la mala calidad del sueño, sino que también existen muchos estudios que han relacionado la falta del sueño con otros problemas como la obesidad, diabetes o enfermedades del corazón.
Puede que en futuros estudios, donde se puedan realizar experimentos y ensayos clínicos en lugar de solo realizar encuestas, se llegue a confirmar todo lo dicho por este grupo de científicos. De momento, esto es una buena base, y puede que sea una buena excusa para dejar de fumar (o de no llegar a empezar), sumándose así a otras como la gran probabilidad de sufrir algún tipo de cáncer o los otros efectos secundarios menos dañinos pero igualmente molestos de los que hemos hablando anteriormente.
Vía: Yahoo Health.
Imagen: Actualidad RT.